A María Lapiedra y Gustavo González se les rompió el amor, ¿de tanto usarlo? La pareja se ha dicho adiós en medio de una catarata de reproches. Hacía días que el periodista tenía un gesto serio y adusto. A su alrededor, todo eran rumores sin confirmar. ¿Qué se esconde tras esta ruptura? ¿Qué motivos han hecho zozobrar el barco del amor de María y Gus? Te lo contamos todo a continuación.
A María y Gustavo se les rompió el amor
> María Lapiedra y Gustavo González han puesto punto y final a su relación. Lejos de acabar en buenos términos, la ex pareja riega su despedida en los medios con una catarata de reproches. La gota que ha colmado el vaso hace referencia a la ex mujer y a los hijos del periodista. María ha ido demasiado lejos queriendo ocupar un lugar que, según el paparazzi, no le correspondía. Además, su ánimo de venganza la ha llevado a publicar una fotografía de la ex mujer de Gus en Instagram.
Lo cierto es que María y Gustavo se han despachado a gusto. Y lo han hecho a través de dos exclusivas. Sin duda, sorprende en el periodista, que siempre se mostró contrario a esto de comerciar con la intimidad. Sin embargo parece que le ha cogido el gusto gracias a su ex novia. El morbo añadido de este adiós está en el hecho de que González acaba de firmar el divorcio de su ex esposa y había pedido a Lapiedra que se casara con él. La intención era tener un hijo en común, pero se les rompió el amor.
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Gustavo acusa a María de chantajearlo
> En entrevista exclusiva para Diez Minutos, Gus afirma que María es una manipuladora: Me he sentido presionado y chantajeado sentimentalmente. La he malacostumbrado cargándome todo y callando pero ella se ha aprovechado. Eso no es ni correcto ni sano”. El periodista define a su ex novia como “egoísta y caprichosa” y sentencia: “María me ha arrastrado, me ha puesto en evidencia y me ha faltado al respeto. Y yo lo he permitido por miedo a perderla”. Ciertamente, Gustavo se siente desencantado y de su testimonio se desprende que no le ha valido la pena estar con la musa erótica que alimenta los sueños húmedos de más de un caballero.
A Gustavo González no le duelen prendas en reconocer que María no le corresponde a nivel de sentimientos: “Dejé una relación de 30 años por inercia y ahora no quiero otra sin pasión. Sufro amando y no sintiéndome correspondido”. Además, asegura que Lapiedra es “inmadura y caprichosa”. Tantas han sido las exigencias de María hacia Gustavo que este ha llegado a hartarse. Demasiadas presiones innecesarias. La rubia no ha querido aceptar ciertas circunstancias que acompañan al colaborador de Sálvame.
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María y Gustavo, así se escribió su final
> Así explica Gustavo el motivo que desencadenó la ruptura con María: “Fue en el cumpleaños de mi padre. Mis hijos no pueden coincidir con ella y yo entiendo que necesitan un tiempo. Yo he hecho mucho daño a su madre pero María también ha hablado de ella tildándola de mantenida, consentida… Ha dado detalles de nuestros engaños… Y para rematar su odio, publicó en sus redes una foto de mi ex mujer, que siempre ha sido y quiere ser una persona anónima. María se molestó porque no vino al cumpleaños, se sintió desplazada”.
Llegó un punto en que Lapiedra se lanzó a la yugular de los hijos de Gus, y, claro, por ahí él no pasa: “Tocó a mis hijos y eso me ha despertado. Le dije que mis hijos eran intocables. Eso me ha hecho despertar”. González afirma que “No puedo elegir entre María y mis hijos. No puede ponerme en esa tesitura. Antes sus enfados me producían ternura. Ahora hastío y hartazgo. Necesito sumar y no restar”. Sin duda, está muy dolido con su ex novia. Al punto de que desea pasar página para iniciar un nuevo capítulo de su vida donde ella no tenga protagonismo alguno.
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María Lapiedra, ¿todo por la pasta?
> Una vez más, María aprovecha la circunstancia para ganar dinero. Algo habitual en su vida mediática. Para ella, los medios son fuente de ingresos. Sobre este punto, Gustavo cuenta: “María tenía una exclusiva ¡y ni eso me contó! La precipitación y urgencia de María por facturar ha desencadenado todo. Me da mucha pena”. Sin embargo, tampoco se entiende que critique lo que él mismo ha hecho. Ambos se reparten el protagonismo en sendas portadas de las revistas del corazón. Sin duda, esto alimenta la teoría de que todo podría ser un montaje.
En alguna ocasión se ha comentado sobre el proceder de Lapiedra en su historia de amor con el periodista. Pues bien, Gustavo habla abiertamente de esta cuestión: “Yo he podido con su pasado y ella no ha podido con el mío. Tiene un ánimo de venganza que no entiendo. Se escuda en que ha estado ocho años esperándome y no es así». No le falta razón a González, pues ella ha hecho su vida durante este tiempo. Se ha casado y ha tenido dos hijas. Anteriormente, mantuvo otras relaciones sentimentales a la vez que estaba con el periodista. Ambos eran conscientes de que lo suyo, entonces, era en formato abierto.
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> Y siguiendo con el ánimo de venganza, Gustavo introduce un nuevo elemento para definir a la ex porno star: “Es como una niña mimada que estaba deseando tener un juguete y cuando lo ha tenido se ha aburrido. No soy un juguete roto. Sólo que ella pensaba que podía jugar siempre conmigo pero se me agotaban las pilas. Y he despertado”. El colaborador de Sálvame envía un mensaje a navegantes: “Me resulta un abismo una vida sin María pero si ella no me quiere, no tiene sentido luchar. He vivido con miedo”.
A buen seguro que a Lapiedra no le hará ninguna gracia uno de los titulares que ha dado su gran amor: “María conmigo no fue una buscona, había cariño, era atenta. Eso se acabó. Es fría y arisca. Ahora necesito tiempo y respeto. El amor no es dependencia. Si me quiere de verdad, volverá. Ojalá”. Y en la otra orilla, la rubia cuenta que “Gustavo me ha humillado” y aprovecha para descubrir el lado oscuro de su relación. ¿Quién da más?