Doña Sofía está muy tocada. Pensaba que don Juan Carlos cumpliría con lo prometido a su hijo pero no ha sido así. Esto ha motivado que la reina tome una drástica decisión. No hay vuelta atrás. Es mucho el dolor que lleva a cuestas y ya no puede más. ¿Cuáles son los planes de doña Sofía? ¿Está la reina en un punto sin retorno? Te lo contamos todo a continuación.
La reina Sofía, desengañada
> Doña Sofía confiaba en que don Juan Carlos mantuviera las formas, tal y como prometió a don Felipe. Las cosas se habían salido de madre cuando el rey habló con su padre y le pidió que observara otro comportamiento con su esposa. Al menos en público, le rogó que guardara las formas y no cometiera más desplantes. Sin duda, el rey es uno de los que más ha sufrido con el devenir del matrimonio de sus padres. Él ha sido el paño de lágrimas de doña Sofía. Es mucha la unión entre madre e hijo.
Poco a poco, don Juan Carlos ha mostrado sus verdaderas intenciones. No está por la labor de respetar a su esposa. Quiere seguir con su living la vida loca. Hacer lo que le plazca en todo momento es su máxima. Genio y figura hasta la sepultura. Nunca fue un hombre familiar y no va a empezar ahora. Eso lo ha dejado claro a todo aquel que quiera escucharlo.
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La drástica decisión de doña Sofía
> A doña Sofía le tocó acudir en solitario al funeral del conde París, que falleció el pasado veintiuno de enero. Se da la circunstancia de que Henri d’Orleans y don Juan Carlos eran primos. Por tanto, se suponía que el rey emérito acudiría. Sin embargo, prefirió no interrumpir el dolce far niente. Su ausencia se convirtió en la comidilla de los asistentes al solemne acto. Una vez más, don Juan Carlos dando que hablar y su esposa aguantando el tipo con estoicismo.
Lo sucedido ha humillado profundamente a doña Sofía. Ha sido completamente innecesario exponerla de esta manera a los ojos del mundo. De ahí que la reina haya decidido no volver a mostrarse al lado de don Juan Carlos. Tan solo transigirá si se trata de actos públicos relacionados con la corona. Aun así, ha pedido que sean los menos posibles. Prefiere ejercer su papel de reina en solitario antes que estar cerca del hombre que más daño le ha causado.
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El peor momento de doña Sofía
> Doña Sofía une a los problemas matrimoniales una importante crisis familiar. En esta ocasión está ocupada y preocupada por su hija mayor. No parece que el rey tenga intención de reinstituir a Elena como representante de la Corona. La infanta había tenido una gran presencia institucional años atrás. Sin embargo, su suerte ha corrido paralela a la de su hermana.
A pesar de que doña Elena jamás ha estado manchada por la sombra de la corrupción, don Felipe decidió apearla de la agenda oficial. Doña Sofía trata de que su hija recupere el protagonismo perdido. Sin embargo, en este punto, existe un gran escollo. Y es que doña Letizia no quiere ver a su cuñada ni en pintura. De ahí que haya pedido a don Felipe que la mantenga bien lejos. El rey tampoco olvida ni perdona los feos que su hermana ha hecho a su esposa.
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Doña Sofía se queda sola
> Algo que ocupa y preocupa mucho a doña Sofía es el estado de salud de los suyos. Su hermano hace tiempo que está muy delicado. Constantino de Grecia ha visto mermadas sus capacidades por la enfermedad. De hecho, su hija Theodora ha adelantado su boda porque desea que su padre la lleve al altar. Ni la princesa ni su novio tenían previsto dar este paso. Sin embargo, la realidad de Constantino ha cambiado sus planes.
Quien también observa un declive es la princesa Irene. Para doña Sofía, su hermana es el puerto seguro. La roca que siempre está ahí, firme y segura, para asirse cuando aparece la tormenta. Irene de Grecia observa un declive físico que preocupa a doña Sofía. En cambio, ella está como una rosa. No parece que haya alcanzado los ochenta.
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El secreto de la reina Sofía
> Doña Sofía puede considerarse una persona adelantada a su tiempo en cuestión de cuidarse. Hace años que cuida mucho su alimentación. Desde muy joven descartó las grasas en pro de una dieta saludable en donde priman las verduras, el pescado y la fruta. No es cierto eso que se pregona acerca de que es vegetariana.
Hace años, la reina solía fumar unos tres cigarrillos al día, siempre después de las comidas. El hecho de haber tenido algún susto le ha hecho abandonar esta costumbre, así como también el esquí. Una serie de arritmias promovieron el cambio. Le encanta caminar y hace una tabla de gimnasia que un preparador físico diseñó para ella acorde a su edad y necesidades.
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