Era la quinceava ocasión en la que David Bustamante visitaba el plató de El Hormiguero. Aunque en esta ocasión, la deriva de la entrevista no le gustó demasiado al cántabro. Y es que tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe.
David Bustamante se las daba muy felices cuando pisó por vez quince el plató de El Hormiguero. Un programa de Antena3 en el que lo menos importante, dicen, es la entrevista personal. Los invitados ilustres que acuden al espacio de Pablo Motos lo hacen sabiendo -hasta ahora- que sus vidas personales no serán motivo de juicio o duda. Pero se equivocan. Así acabó Bustamante su entrevista con el valenciano que no dudó en tirar de temas de crónica social para edulcorar una entrevista que, de otra manera, no hubiera tenido repercusión mediática.
Cortesía y molestia evidente
Así las cosas, Pablo se entretuvo más de la cuenta en preguntar a su invitado por Paula Echevarría. La primera respuesta de Bustamante fue cortés, aunque gélida: «Somos los papás de una niña y eso es lo más importante, que ella esté bien. Cuando las cosas no funcionan es mejor echarse a un lado y vivir tu vida. Somos totalmente felices los dos y eso es de lo que se trata. No hemos matado a nadie, no hemos sido delincuentes… Somos personas que se acaba el amor, después de catorce años, y que ahora son buenos amigos y que son papás de una niña que es lo más importante».
Sin embargo, la incomodidad de David era más que evidente y pronunciada. Lo pudimos comprobar cuando, al recordarle una anécdota con su ex, David exclamó: «Claro… ¡Cómo va a ser de otra manera! No pasa nada raro. De todas formas, se lo preguntas a ella cuando venga, pregúntame otra cosa«. Está claro que Bustamante esperaba otro tipo de entrevista. ¿Pablo Motos es cronista social?