Aunque salen juntos desde hace más de cuatro años y han vivido como pareja importantes momentos que deberían haberles unido para siempre, lo cierto es que la relación entre María Teresa Campos y Bigote Arrocet no es tan sólida como cabía esperar. Los celos de la veterana comunicadora están suponiendo una dura traba para que su amor siga adelante. Te damos todos los datos que demuestran que estamos ante el principio del fin.
Una relación insana
> Una segunda juventud, eso es lo que están viviendo María Teresa Campos y Edmundo Arrocet. Cuando el humorista acudió al plató de Qué Tiempo Tan Feliz nunca imaginó que aquello supondría un antes y un después. Tampoco se le pasó por la cabeza a la presentadora del espacio. Lo que prometía ser una simple entrevista se convirtió en el preludio de una historia de amor que aún hoy, más de cuatro años después, sigue latente.
Sin embargo, las cosas no están funcionando como deberían. Él estuvo al lado de María Teresa cuando le dio un ictus; también ha sido un gran apoyo con el duro mazazo que ha supuesto para la periodista que su hija mayor, Terelu, vuelva a padecer cáncer de mama. Pero todo eso a ella le resulta insuficiente. Valora y agradece el apoyo de su pareja, pero la sombra de la desconfianza sigue siendo muy alargada. Demasiado. Cada vez tiene más celos tal y como te mostramos a continuación.
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La disparatada decisión de María Teresa
> María Teresa Campos no quiere ser una mujer engañada. Le espanta la idea de que Edmundo pueda serle infiel y que se entere a la vez que toda España. De hecho, todo apunta a que sospecha que eso puede pasar en un futuro demasiado cercano. Por eso ha decidido tomar medidas en el asunto. Así, ha sido vista junto a su secretaria personal, Sonsoles, abandonando un edificio muy significativo del centro de Madrid. Un lugar que alberga varios despachos. ¿El más importante? Detectives Pizarro, una empresa que en su propia web asegura que opera tanto en España como en el extranjero.
Desde Socialité, espacio que captó estas imágenes de la Campos, se han puesto en contacto con esta empresa perteneciente a la Asociación Profesional de Detectives Privados. Sin embargo, aluden al secreto profesional para no revelar si María Teresa forma parte de su lista de clientes. Pero este decisión de la malagueña más ilustre no es la más sorprendente de todas. Sigue leyendo y alucinarás con las normas que le ha puesto a Edmundo para seguir construyendo un futuro juntos.
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Una libertad coartada como condición
> María Teresa no soporta que su novio siga manteniendo una amistad con Gemma Serrano. Ambos siguen siendo socios, pero su comunicación es cada vez más escasa y no cree que haya retorno. «Vernos juntos podría causar una ruptura sentimental. No creo que María Teresa le haya prohibido a Edmundo verme pero sí se lo ha aconsejado. La explicación que me ha dado él es que si nos vemos, nos sacarían fotos, y no es recomendable», aseguraba la citada mujer.
«Ni fuimos amantes ni lo somos. Jamás hubo una relación sentimental entre los dos. Tampoco sexual. Ni siquiera ha habido un beso», decía Gemma, que cree que toda esta situación se ha producido por los celos de María Teresa. Un comportamiento que, dice, deja a la presentadora al descubierto. «Los celos, lo único que demuestran es inseguridad», aseguraba esta mujer en Pronto. Pero esta empresaria ha hecho unas declaraciones aún más demoledoras para la matriarca de las Campos.
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Unos viajes que están haciendo mella
> Esta mujer, representante de humoristas, conoce muchos de los entresijos de la unión de María Teresa y Bigote. Así, no titubea al calificar esta relación como «tóxica». Traza una imagen de una María Teresa excesivamente miedosa y desconfiada de Edmundo. «No deja que él se acerque a nadie. De hecho le molestan los viajes que él hace a Latinoamérica pero no le queda otro remedio que aceptarlo», aseguraba.
Es más, Gemma no duda en señalar que este descontento por las continuas ausencias de Edmundo es, simplemente, porque teme que le sea infiel. «Edmundo es un gran seductor y físicamente está muy bien para su edad. María Teresa sabe perfectamente con qué hombre está, aunque yo no tengo constancia de que la haya engañado», comentaba.
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Un presente negro y un futuro poco prometedor
> Para María Teresa, cualquier tiempo pasado fue mejor. Atraviesa una etapa muy difícil en su vida. Además de los problemas de salud de su hija y de la desconfianza que tiene en su pareja, ahora alguien de su entorno la ha fallado. La presentadora está intentando cerrar el círculo para descubrir quién es la persona de sus íntimos que ha filtrado a la prensa las imágenes de su mudanza. Un cambio de residencia que, finalmente, tendrá que esperar. «De momento tardará la mudanza. De momento no me voy a mudar», señalaba.
A esto se suma que la cuenta atrás para quedarse sin trabajo ha comenzado. El próximo mes de marzo se acaba el contrato que tiene vigente con Mediaset. El pronóstico es que, a diferencia de otras veces. no se renueve. Eso sí, ella no está dispuesta a salir por la puerta de atrás sino que quiere despedirse a lo grande, desde un programa que conduzca ella misma. O, al menos, haciendo una entrevista histórica. ¿Se cumplirán sus deseos o tendrá un amargo final televisivo?
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