A sus 39 años, Orlando Bloom es considerado uno de los actores más importantes de la gran pantalla. También uno de los hombres más deseados. Y es que por su cama han pasado las mujeres más bellas del séptimo arte y de las pasarelas. Su cuidada anatomía, sus facciones angulosas y ese sexappeal innato le han convertido, por qué no decirlo, en el protagonista de los sueños más lúbricos de seguidores y seguidoras.
No sabemos si hasta ahora. Porque el británico se ha hecho un cambio total de imagen. Un radical giro en su aspecto físico que parece haberse puesto en manos de la estilista Cristina Rodríguez de Cámbiame. Y es que Orlando ha dejado su moreno característico para teñirse de rubio. También se ha cortado el pelo y ahora lo luce escalonado.
Pero el que es guapo, es guapo. Dicen algunos medios internacionales que su cambio puede estar debido a compromisos profesionales. No nos importa. Eso sí, que no pierda los abdominales que hicieron, por cierto, caer en una depresión a Miranda Kerr. Ella misma ha reconocido que, tras la ruptura, tuvo que recurrir a la aromaterapia, al deporte y al yoga para cicatrizar las heridas de su corazón roto. No nos extraña.
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