Un reciente informe publicado en la revista The Lancet pone de manifiesto que existe un estrecho vínculo entre tres grandes males que aquejan al planeta y de los que desde hace ya varios años vienen alertando los distintos organismos desde los diferentes países.
La obesidad, la desnutrición y el cambio climático se han aliado en lo que los investigadores han decidido llamar ‘sindemia global’ y que está impulsada por los intereses de las industrias insalubres. “La obesidad se ha convertido en un gran problema de la sociedad actual. La mala alimentación debido a los ritmos que nos impone la rutina diaria, la existencia de trabajos cada vez más sedentarios, entre otras, son las principales causas de la obesidad.
Muchas de las personas que acuden en busca de nuestros servicios reconocen que la vida que llevan acabará por pasarles una gran factura” indican desde Bodynatura, un centro de terapias alternativas y masajes que cuida del bienestar de las personas.
Y es que, no deja de ser sorprendente que cosas que a priori parezcan tan opuestas como la obesidad y la desnutrición hayan sido metidas junto con el cambio climático en un mismo saco. Sin embargo, y según el coordinador del informe estas tres pandemias están sustentadas por políticas económicas centradas en el crecimiento que ignoran los resultados negativos en materia de salud.
“Para hacerse una idea real del problema lo más sencillo es manejar cifras. Al hablar de obesidad, estamos hablando de un problema que afectó en 2017 a más de 672 millones de adultos y a más de 38 millones de niños menores de cinco años en todo el mundo. Estos datos deberían darnos en qué pensar, y deberían hacer que muchos de nosotros nos replanteásemos nuestro estilo de vida” comentan desde Bodynatura.
Por el contrario, para hacerse eco de la desnutrición se debe acudir a los informes que publica la FAO, y que durante 2017, sitúa la cifra de personas subnutridas en 821 millones, aumentando por tercer año consecutivo.
Para los 43 investigadores de los 14 países que han formado parte del informe, la solución para esta ‘sindemia global’ pasa por desviar los fondos que reciben las industrias insalubres del sector alimentario y los combustibles fósiles hacia otras más sostenibles.