Cuando parecía que atravesaba una buena etapa, la tranquilidad de Carlota Corredera se ha roto en mil pedazos. La gallega no está nada contenta con el cambio físico que ha sufrido su cuerpo en los últimos meses, algo que vuelve a despertar los temibles fantasmas del pasado. Los peores momentos de la presentadora vuelven a ver la luz a causa de este inesperado aumento de peso con el que no está conviviendo demasiado bien.
Una mujer completamente nueva
> Siempre fue abanderada de la mujer real. Carlota Corredera nunca tuvo problema alguno con su físico. Además, poco le costó ganarse el cariño del público sin necesidad de cumplir con los crueles estereotipos de belleza que marca la sociedad y el mundo del espectáculo. Muchas mujeres se sentían identificadas con ella por su naturalidad. Sin embargo, la gallega cambió drásticamente de físico. La salud le daba un toque de atención y decidía no hacer caso omiso. Su tóxica relación con la comida llegaba a su fin.
«Me quedé embarazada en el peor de los escenarios. El dejar de fumar y mi tiroiditis hicieron que partiera con un importante sobrepeso inicial… No engordé como cualquier persona normal sino mucho más. Y eso que no comía tanto», aseguraba. Así, tras dar a luz, habló con los dietistas de Pronokal y se puso manos a la obra. La presentadora de Sálvame perdía 60 kilos en un año. Eso la transformó en todos los aspectos. Sin embargo, la autoestima de Carlota no es tan buena como cabía esperar tras los últimos acontecimientos.
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Un inesperado mazazo
> Teníamos ante nosotros a una nueva Carlota, una mujer encantada con su vida personal, con la profesional y, lo más importante, consigo misma. Pero esa calma se rompía inesperadamente el pasado mes de octubre. Durante una revisión rutinaria le encontraban un bulto en el peritoneo. Pocas horas después del hallazgo era intervenida de urgencia mediante laparoscopia. Un duro mazazo para la gallega que tuvo final feliz: no era maligno.
“Estoy bien. Estoy muy recuperada. El bulto que me han quitado era muy grande, yo le llamo salchichón. Pero, por suerte puedo decir que desdeanatomía patológica me han confirmado que es un quiste benigno. Doy las gracias a los compañeros que han guardado el secreto», decía sin poder reprimir las lágrimas cuando lo contaba en directo. Lo que no podía ni imaginarse Carlota es que este no sería el único disgusto que se llevaría. Los fantasmas del pasado le están haciendo una visita.
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Las peores pesadillas se convierten en realidad
> Dos años después de pasar de la talla 60 a la 44, Carlota ve cómo su físico está empezando a cambiar. Últimamente, quizá con la cabeza aún pensando en el bulto y descontrolada con las vacaciones de Navidad, ha vuelto a engordar. En poco tiempo ha aumentado dos o tres tallas. Esto le está acarreando serios problemas puesto que no está dispuesta a que su autoestima se vea dañada. Así, su intención es erradicar este aumento de peso y frenar la báscula antes de que sea tarde.
«El mayor miedo de una persona que ha estado tan grande es volver a estarlo”, aseguraba. Por eso, la compañera de Jorge Javier Vázquez ha decidido poner remedio. No se lo ha pensado dos veces y se ha puesto en manos de expertos. Eso sí, en vez de recurrir a una dieta cetogénica, como la otra vez, ahora hace una proteica. Además, sigue poniéndose en forma con Sara Gutiérrez Durán y Álvaro Lozano Velasco. Pero esta bajada de peso está haciendo en la gallega más mella de lo que cabía esperar y está afectando a todos.
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Unas duras exigencias para paliar los efectos de su transformación
> Es habitual sacarse fallos cuando uno se ve en fotos o en televisión, pero la periodista está empezando a ser muy cruel consigo misma. No le gusta la imagen que está proyectando; no soporta ver que está volviendo a convertirse en la Carlota del pasado, aquella mujer que vivió una auténtica catarsis. Así, y con el fin de disminuir el impacto que siente al ver lo que muestra a través de la pequeña pantalla, ha impuesto unas duras exigencias al equipo técnico de Sálvame.
Los encargados de filmar las imágenes del exitoso programa tienen órdenes de cambiar los ángulos desde los que graban. Ha pedido que los planos que se tomen de ella sean siempre frontales. De este modo, la de Vigo se asegura que los volúmenes se disimulen. Un efecto óptico que supone para ella un alivio en este duro trance. Evitar los tiros de cámara que no le favorecen la ayuda a sentirse mejor.
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Su clave para no hundirse
> Volver a someterse a una estricta dieta y a controles rutinarios no es nada fácil. Por suerte, Carlota Corredera cuenta con el apoyo incondicional de muchos de sus compañeros como Belén Esteban, Raúl Prieto, Mila Ximénez, Terelu Campos… Aunque, si hay alguien que consigue que la presentadora deje de atormentarse con el peso, esa es su hija. Alba, de tres años y medio, es el motor de su vida.
También su marido, Carlos de la Maza, con el que contrajo matrimonio en 2013 tras un romance que comenzó al conocerse en el trabajo. Él la hace sentirse siempre espectacular sin importar la talla. Además, es su toma de contacto con la realidad y la persona que le ayuda a mantener los pies en la tierra. «Carlos me ha apoyado siempre. Nunca me ha hecho sentir mal por mi peso», reconocía.