Es uno de los grandes baluartes de Antena3. La simpatía del cocinero vasco ha conseguido que, a pesar de pasar de una cadena a otra, haya mantenido siempre los mismos fieles. Sin embargo, su situación económica no siempre ha sido boyante, más bien lo contrario.
Karlos Arguiñano esconde un drama que hemos conocido recientemente durante una entrevista concedida a Cristina Pardo en La Sexta. La misma, que destacó las bienaventuranzas de uno de los personajes televisivos más queridos, sirvió para bucear en los problemas económicos que atravesó y que, a punto estuvieron de provocarle una ruina absoluta.
El momento de mayor tensión coincidió con el nacimiento de su hija Amaia. Una efeméride que quedó empañada por la tragedia económica que vivía y que le produjo grandes quebraderos de cabeza. Nunca pensó que podía llegar a acarrear tantas deudas.
Logró salir del pozo gracias a la televisión
Y es que su restaurante acumulaba tantas pérdidas que, incluso, pensó en que iba a suceder lo peor. El mayor problema lo encontró en el pago a uno de los proveedores, el pescadero, a quien llegó a deber treinta millones de pesetas, algo menos de 200.000 euros: «Había pagado a todo el mundo menos a él. A mí me parecía que era el que menos urgencia podía tener en aquel momento. Con ese dinero te podías comprar cuatro pisos entonces”.
Pero Karlos logró salir del atolladero de la mejor manera. Fue gracias a su primer contrato en televisión que no solo le sirvió para tapar todos los agujeros que había encontrado por el camino, sino para conseguir aumentar sus ingresos hasta convertirse, a día de hoy, en una de las grandes fortunas de este país.