María Teresa Campos vive momentos complicados. Está a punto de acabar el contrato de larga duración que firmó con Telecinco y no ha recibido oferta alguna para renovar. Por otro lado, la periodista no las tiene todas consigo en cuestiones de amor. Bigote Arrocet no ha resultado ser ese gran compañero de vida que ella soñaba. ¿Está la pareja en crisis? Te lo explicamos todo a continuación.
María Teresa y Bigote, una relación desigual
> La relación entre Bigote Arrocet y María Teresa Campos se fraguó a golpe de wasaps. Así hubieran seguido si la periodista no llega a plantarse y pedir verse cara a cara. El humorista atravesaba una mala racha. Hacía poco que había fallecido su esposa y estaba triste. Empezaron a salir y pronto surgió la química. Tuvieron sus tiras y aflojas porque él quería vivir en Canarias, odia el frío, y ella en Madrid. Al final, María Teresa consiguió que su novio se mudara con ella y empezó la convivencia.
Mucho ha llovido desde los primeros tiempos hasta ahora. María Teresa atraviesa uno de sus peores momentos anímicos. En Telecinco no cuentan con ella y eso ha sido un golpe durísimo. Por otro lado, está la preocupación que siente por el estado de salud de Terelu. También le preocupa su situación laboral, al igual que la de su otra hija, Carmen Borrego.
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¿María Teresa se arrepiente de la relación con Bigote?
> Es en los momentos complicados cuando se tiende a reflexionar. Es lo que ha hecho María Teresa Campos y la conclusión ha sido que la relación con Bigote no le ha valido la pena. Ha estado sola en situaciones muy difíciles para ella porque él no ha querido variar sus planes. Es cierto que a su regreso a Madrid, el humorista se entrega a su novia en cuerpo y alma. Sin embargo, esto no suple sus largas ausencias.
María Teresa pasó un calvario cuando se habló de una posible infidelidad de Bigote. Lloró muchísimo. La realidad es que tuvo muchas dudas. Fueron sus hijas quienes la convencieron para que no creyera lo que explicaban. Sin embargo, tanto Carmen como Terelu, en privado, manifestaron sus dudas sobre la fidelidad del humorista. No es extraño, pues su matrimonio sufrió varias crisis por este motivo. Estaba casado cuando mantuvo una relación con la hija de Kiko Ledgar que dio como fruto a un hijo, Alexis.
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María Teresa mantiene a Bigote Arrocet
> En alguna que otra ocasión, María Teresa ha confesado a sus amigas que está cansada de mantener a Bigote. Se refiere la periodista a que el humorista no suelta ni un euro en cuestión de manutención. Es María Teresa quien hace frente a todos los gastos de la casa. Según ha explicado la comunicadora, su novio no se hace cargo de llenar la nevera o pagar la factura de la luz, por poner un ejemplo.
Y en cuestiones de convivencia, es María Teresa Campos quien más ha cedido. Ha tenido que amoldarse a las manías de Bigote, a quien le gusta dormir en habitaciones separadas o levantarse tarde. Está acostumbrado al ritmo nocturno y ella al diurno. Por tanto, si quiere hacer algún plan con él, debe aclimatarse a su horario.
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¿Se aprovecha Bigote de la Campos?
> María Teresa es una mujer que siempre se ha mantenido por sí misma. Jamás ha necesitado arrimarse a nadie para ganar dinero. De ahí que siempre haya estado en contra de que Bigote rentabilizara la relación. Ella era contraria a que fuera a Supervivientes porque sabía que eso la ponía en el ojo del huracán. Además, de no haber sido su novio, Bigote no habría resultado atractivo para la productora. Tampoco le gusta que conceda entrevistas hablando de lo suyo. Sabe que todo eso se vuelve en su contra y es ella quien paga los platos rotos.
Al final, Terelu ha dejado de mostrarse crítica con el humorista porque su madre se lo pidió. Eso no hacía más que levantar polémica en los medios. A ella le dolió mucho que Bigote no acudiera cuando su madre sufrió el ictus. Fue decisión de María Teresa, que no quiso que nada interrumpiera el concurso que tanta ilusión a él le hacía. Al final, volvió decepcionado porque la cosa no fue como se la habían pintado, y eso que se embolsó más de treinta mil euros por programa.
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Bigote no cumple lo que promete
> María Teresa está muy contrariada con la intervención que Bigote ha hecho para vender su casa. El humorista le aseguró que echaría mano de sus contactos y que en poco tiempo podría deshacerse de la propiedad. Sin embargo, pasa el tiempo y las gestiones no llegan a buen puerto. La comunicadora tiene que hacer frente a unos gastos mensuales de mantenimiento que sobrepasan los seis mil euros.
Uno de los golpes más duros que ha recibido la comunicadora tiene que ver con una empleada del hogar que la denunció. Se trataba de una señora que hacía años que trabajaba con ella. La cosa acabó mal y la doméstica fue tentada para explicar sus vivencias con la Campos en los medios. El asunto quedó en nada y la periodista respiró aliviada.
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