La vida del rey Juan Carlos cambió a partir del episodio de Botsuana. Aquella metedura de pata le costó entrar en una espiral marcada por el amargo sabor de la venganza. Don Juan Carlos, que hasta entonces había hecho su real voluntad, se vio obligado a acatar órdenes. Tal era su desesperación que hasta llegó a pedir una pistola para suicidarse. Un asunto escalofriante que te contamos a continuación.
1El rey se arrepiente
Don Juan Carlos se arrepiente de haber abdicado. De cómo se fraguo aquella decisión hay mucho que hablar. El rey la atribuye a un plan urdido por doña Sofía y don Felipe que fue ejecutado por afines ambos en Zarzuela. El asunto se desarrolló de tal manera que don Juan Carlos se vio obligado a ceder el testigo a su hijo. El traspaso de poder se llevó a cabo en un ambiente de máxima hostilidad que todavía continúa. De ahí que el emérito intentara boicotear el ochenta cumpleaños de su esposa. Amenazó con no asistir pero le convencieron arguyendo que esa decisión tendría fatales consecuencias para él.
Corinna fue la sombra de don Juan Carlos durante años. Se entregó a ella en cuerpo y alma. Sin embargo, no calculó que la mujer que amaba iba a ser la causa de su caída. La rubia era voraz en cuanto a dinero y poder. Por ella, el rey protagonizó episodios para olvidar. Perdió la compostura y se puso en ridículo ante medio mundo. Al final, le cortaron las alas y ocurrió un episodio, con pistola incluida, que demuestra la tensión del momento.