La infanta Elena tiene muy claro que debe estar junto a don Juan Carlos en este annus horribilis. El rey atraviesa su peor momento desde que don Felipe y doña Leticia decidieran apartarle de las obligaciones institucionales por culpa de los escándalos. Sin duda, un durísimo e inesperado final para un hombre que hizo malabares para sostener la Transición y que hoy se ve opacado por su vida personal. Y así las cosas, don Juan Carlos y Elena han sido objeto de burla. ¿Qué ha pasado? Te lo contamos todo a continuación.
1Sin piedad
No hay clemencia para el rey. Así son las cosas entre Borbones. La historia se repite. Al igual que don Juan Carlos apartó a su padre para poder reinar, lo mismo ha hecho don Felipe. Era ya mucha la carga que llevaba a cuestas el rey cuando empezó a hablarse de sucesión. El detonante, Botswana, donde se fue a disfrutar de un safari de lujo en momentos muy difíciles para la sociedad española, acuciada por una grave crisis económica. Como siempre, a su lado estaba Corinna, la que fuera su amiga especial durante años. Nada se hubiera sabido de no haber sido por una inoportuna caída que sufrió don Juan Carlos por la noche. Hubo que trasladarlo urgentemente a Madrid para ser intervenido quirúgicamente.
Cuando el escándalo de Botswana, la reina Sofía se encontraba en Grecia. Había ido a pasar unos días junto a Constantino y Ana María. Atravesaba un momento difícil por el grado público que la relación de su marido con Corinna había adquirido. La rubia no cejaba en su empeño de mostrarse junto al rey, y él, completamente embobado, le consentía todo. La situación era tan complicada que en Zarzuela decidieron que el rey y la reina solo acudirían juntos a aquellos actos donde fuera estrictamente necesaria su presencia. Mientras todo eran sonrisas para Corinna, don Juan Carlos solo prodigaba desplantes en público a su esposa.