María de Mora es una valiente. Una de esas mujeres a las que, mirándole a los ojos, descubres la fortaleza brotando de ella. Ahora sufre en silencio las consecuencias de la última batalla que le ha tocado librar contra el cáncer. Me cuentan que ha tenido que ser sometida a una nueva intervención para extirparle un nuevo tumor. Pero lucha con resignación y vitalidad. Solo en privado se lamenta de la difícil travesía que le ha tocado vivir. Su único secreto, casi metódico, es combatir con la fuerza de sus amigos y familiares. Desafiando al dolor y aferrándose a la vida sin temor a las consecuencias. Aunque hay preocupación, María transmite tranquilidad a través del teléfono. Convaleciente, es tan optimista que emociona al leer sus palabras: «Sé que saldré adelante», me dice con convencimiento.
Pero todo no son tristezas en su horizonte. La justicia le ha dado la razón en el conflicto que mantenía con Andrés Fernández, el marido de Rosario Mohedano. Con las directrices de la abogada Teresa Bueyes, ha conseguido que la justicia haya estimado el recurso de apelación y que, por tanto, desestime íntegramente la demanda interpuesta contra María de Mora por una entrevista concedida a la revista Qué Me Dices. Un duro golpe para el marido de Rosario Mohedano que también ha perdido su batalla contra Telecinco. Y es que finalmente se ha reconocido que sí es un personaje público.
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