Los miembros de la familia real viven tiempos revueltos. Cada vez están más alejados unos de otros. Cierto es que doña Sofía está poniendo toda la carne en el asador para ayudar a don Felipe a salvar la monarquía. De ahí que se multiplique porque sabe que su presencia suma a la causa. No obstante, a Letizia, ni agua. Es más, siempre que puede, se la devuelve, como ocurrió recientemente en la que ha sido considerada como la boda del año.
1Zarzuela, una crisis tras otra
En Zarzuela habían conseguido frenar la crisis desatada con el caso Noos. Fueron tiempos duros en los que hubo que remar bajo la tempestad. Se hizo necesario mandar a galeras a la infanta Cristina y a Iñaki Urdangarín sin posibilidad de conmutarles la pena. La política de transparencia aplicada por don Felipe dio sus frutos y muchos volvieron a confiar en la institución.
Y cuando en palacio empezaban a respirar tranquilos, se filtraron unas grabaciones donde Corinna revelaba el comportamiento “opaco” de don Juan Carlos en relación al manejo de sus finanzas. Le achacó testaferros y cuentas en Suiza. Llegó a pronunciar “lavado de dinero”. Como no podía ser de otra manera, otra vez la monarquía salpicada por un escándalo con tintes de corrupción.