El bautizo de Carlitos, el hijo de María Zurita, ha dejado al descubierto otro problema que azota a la familia real. No es casualidad que don Felipe, doña Letizia y la reina emérita no estuvieran presentes. Todo obedece a una estrategia muy bien estudiada y diseñada. Desentrañamos el misterio a continuación. Sigue leyendo.
1Vivo de milagro
María Zurita es otra desde que naciera su hijo, a quien ha querido poner el mismo nombre que su padre, el doctor Carlos Zurita. Lo cierto es que Carlitos ha luchado como un jabato para sobrevivir, y lo ha conseguido. La sobrina del rey emérito sufrió un desprendimiento de placenta y eso hizo que el parto se adelantara. El bebé nació en la semana veintinueve de gestación.
La hija de la infanta Margarita se encontraba en casa de una amiga cuando se despertó en medio de la noche y empapada en sangre. Rápidamente, avisó a su amiga y se fueron directas al hospital. Al despertar, María se encontró en la UCI pero el bebé no estaba con ella. Se alarmó pero la sonrisa de su padre la tranquilizó. Después fue informada que Carlitos había nacido con un soplo al corazón. Tuvo dos paradas cardiorrespiratorias a los pocos días de venir al mundo que hicieron temer seriamente por su vida.