A lo largo de la vida son muchos los regalos que se deben hacer, por compromiso o no, pero también los que se reciben. Intentar ser original en todas las ocasiones es bastante complicado, e incluso a veces se tiene la sensación de comprar algo que no se sabe con certeza si gustará o no.
Justo ese es el momento en el que se piensa en las flores. Aunque a priori pueda parecer un regalo poco original, sabiendo elegir, siempre se acierta. Además la enorme variedad de especies y colores permiten infinitas combinaciones que expresaran unos u otros sentimientos según sea el caso, consiguiendo que la acción de encargar ramo de flores resulte toda una experiencia y aprendizaje para la persona que se decanta por esta opción, a pesar de que no se tenga ni idea de flores. Acertar puede ser, también, cuestión de intuición.
Inseparables compañeras de viaje en la literatura, también forman parte del ciclo de la vida: al nacer, regalan a las madres centros de flores, los enamorados tiran de ellas, en las bodas, bautizos o comuniones, están presente también. Y así, también, en aniversarios, cumpleaños y cenas románticas. Sin olvidar las que acompañan el final, con el féretro.
Sin duda, las flores son un presente que permite expresar infinidad de sentimientos (amor, pasión, amistad, condolencias, felicidad, gratitud, arrepentimiento, etc.), y por tanto, son acertadas para cualquier sensación o celebración.
Pero si realmente lo que se pretende al encargar ramo de flores es sorprender, entonces las flores deben ser enviadas un día cualquiera que no se esperen, consiguiéndose de esta manera añadir un plus a la acción.
El factor sorpresa juega un papel más que relevante en lo que a flores se refiere, así que comienza a ser habitual ver también a hombres que reciben este tipo de regalos.
Las flores son unisex, porque los sentimientos, en definitiva, también lo son.