Amaia Montero sigue de gira por España. Ayer actuó en la localidad de Pinto (Madrid) ante 3.500 personas. La donostiarra causó una sensación agridulce entre los allí presentes. Por un lado, muchos coreaban sus canciones más emblemáticas. La cara «b» de la moneda, fueron sus continuas faltas de afinación, que hasta los más fieles seguidores apreciaron.
Una escasa hora y veinte de concierto, problemas con el sonido -ajenos a su persona-, y los problemas de Amaia para coger el tono, se han convertido en los protagonistas de la noche de ayer. Os contamos los detalles y os dejamos un vídeo, que demuestra que la ex componente de La Oreja de Van Gogh no atraviesa su mejor momento.
1Amaia Montero sufre el «síndrome» de Rosa López… ¿Qué le pasa?
Este artículo no es para fanáticos. Ni para aquellos que no tienen la mínima capacidad de razonamiento. Lo primero que nos preguntamos es, ¿qué le pasa a Amaia Montero? está claro que lo que ocurrió en Cantabria hace dos meses no fue fruto de una simple casualidad. Os queremos resumir cómo se vivió su concierto de ayer en Pinto (Madrid).
Lo primero de todo, decir que la donostiarra no quiso conceder ninguna entrevista a los pocos medios que allí se dieron cita. Alegó como motivo «el cansancio por los bolos que está teniendo durante estos meses». Desde lo sucedido en el concierto de Cantabria, su equipo mira con lupa cada paso que da la ex componente de La Oreja de Van Gogh.
El Auditorio de Juan Carlos I de Pinto cuenta con un aforo apto para 5000 personas. Ayer, Amaia Montero reunió a 3500. Mientras el grupo Maldita Nerea se marcó un «aforo completo» el día anterior, la donostiarra no consiguió llenar el recinto. Pese a ello, la expectación ante su salida -20 minutos más tarde de la hora prevista- fue máxima.
Todo empezó bien. Muy bien. A pesar de que la gran mayoría de los asistentes no conocían muchas de las canciones nuevas de la artista, la cosa cambió totalmente cuando nos deleitó a todos con temas como «El 28», «puedes contar conmigo» o «la playa». El sentimiento y los recuerdos se apoderaron de las 3.500 personas, que coreaban y cantaban las canciones con emoción.
Pero las cosas cambiaron. Y no lo decimos nosotros, sino las caras de sorpresa de muchos de los allí presentes. Cuando Amaia Montero cantó su conocida canción «quiero ser», se produjo un antes y un después en el concierto. La falta de afinación durante toda la canción hizo que nos fuese inevitable comparar su caso con el de Rosa López. Ambas parece que no se escuchan bien a sí mismas, o no son del todo conscientes del problema. Aquí tenéis el vídeo. Juzgad vosotros mismos.
Atención al siguiente vídeo que está en la siguiente página.
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