Estamos ante el verano más difícil para la familia real. Los escándalos azotan a la monarquía y parece que esto no ha hecho más que empezar. Corinna ha bloqueado a don Juan Carlos, apeado de las vacaciones en Mallorca y pendiente de si habrá consecuencias judiciales. Ante esto, don Felipe ha dado un golpe en la mesa y se ha plantado. La reina Letizia es una de las grandes perjudicadas por los cambios que ya se han puesto en marcha.
1La prueba de fuego para la monarquía
Era una prueba de fuego la que tenían don Felipe y doña Letizia que, acompañados por sus hijas, han realizado el tradicional posado fotográfico veraniego en el Palacio de la Almudaina. La convocatoria era a las ocho de la noche y la familia real ha llegado puntual a la cita. Había mucha tensión ante cómo se desarrollarían los acontecimientos. No hubo preguntas comprometidas. A lo más que se llegó fue a requerir por la ausencia de don Juan Carlos.
Desde Zarzuela han argumentado que el rey emérito no iría a Palma por cuestiones de salud. Al respecto, se envió un comunicado a los medios donde se explicaba que don Juan Carlos “no debe realizar actividades físicas intensas debido a la reagudización, por sobrecarga de apoyo, de una antigua lesión en la articulación cubitocarpiana derecha que le ha generado problemas musculares asociados en regiones cervical y lumbar derecha, que en este momento podrían verse agravados».