¿Eres de los que te gusta Willy Toledo? Umm, pues eso va a cambiar cuando acabes de leer las diez razones que te damos para odiarlo. Y es que este enfant terrible del cine español consigue ponernos al borde del parraque con lo que sale por su boca.
El hecho de que Willy Toledo se haya creído el Mesías de Occidente y mantenga una cruzada para librarnos de todo mal a base de soporíferas soflamas, nos agota.
Deseosos estamos de que Andy García se convierta en Mary Poppins, tome de la mano a Willy y se lo lleve volando para que compruebe que en Cuba sí hay presos políticos.
Willy Toledo logra sacarnos de nuestras casillas cuando glosa las maravillas del “paraíso” de los Castro desde la atalaya de un país democrático.
Boquiabiertos nos quedamos cuando Willy asegura que no se arrepiente de nada de lo que ha dicho porque de no haberlo hecho, no habría aprendido. Mátanos, camión
Sabemos que nunca llueve a gusto de todos, pero es que jamás lo hace a gusto de Willy. Un poquito de por favor, colega.
Dónde quedó aquel Willy Toledo con una pizca de almíbar que protagonizó El otro lado de la cama. Qué tiempos aquellos en que todavía no se había convertido en el enfant terrible que es hoy.
Perdemos la paciencia cuando Willy atiza a diestro y siniestro y sin compasión. Aquí no se salva ni el Tato, qué cosas, mire usted.
Por favor, “Qué vengan los Tres mosqueteros a nuestro rescate”, pensamos cuando vimos que Willy tenía como imagen de perfil en una red social a Fidel Castro.
Un vahído nos sobrevino al conocer que Willy mantuvo una relación con la actriz Melani Olivares y se pegó el piro alegando que necesitaba espacio para respirar.
“¿Pero por qué no hay semana en que Willy Toledo no se meta en polémicas?”, nos preguntamos. Tanta tralla no hay quien la aguante. Francamente, Willy, por tu culpa, culpita, estamos hechos polvo. Vamos, para ingresarnos. Un respiro, por caridad.