Jaime Peñafiel ha sido, sin duda, uno de los mayores azotes de doña Letizia. Cuando se supo que la periodista era la elegida por don Felipe para matrimoniar, empezó una hostilidad que ha durado hasta nuestros días. El veterano periodista sigue la máxima de don Juan, padre del rey Juan Carlos y abuelo del rey Felipe VI, en cuanto a las mujeres que deben convertirse en reinas consortes, que no pueden tener pasado. También que el heredero debe casarse con quien quiera pero también con quien deba. Guste o no, es innegable que Peñafiel ha abordado todos los aspectos sobre la reina Letizia con absoluta libertad. Ha sido la voz de esos monárquicos que no querían a una plebeya, divorciada como reina. Pero ahora vuelve a hacer leña del árbol caído. ¿Demasiada obcecación?
El anuncio del matrimonio
Cuando se anunció el compromiso de don Felipe con doña Letizia, Jaime Peñafiel, que había sido muy crítico con Eva Sannum, escribió un artículo pidiendo perdón a la modelo que mostraba muy a las claras que no le gustaba la decisión amorosa del heredero: “Perdón, pido perdón a Eva Sannum. Perdón, perdón también a Camilla Parker. Me siento en estos momentos avergonzado por mis críticas a la modelo noruega, de quien pensaba que no podía ser la inmediata sucesora de un modelo de reina como doña Sofía. Sólo porque era horterilla, que eso se cura como al borracho la borrachera. Y sin formación. Avergonzados se sentirán hoy, también, todos aquellos que piensan que Camilla Parker no podrá ser reina de Inglaterra por… divorciada. Como mucho, sólo la esposa del Rey. ¿Y qué decir de Isabel Sartorius, el primer gran amor de don Felipe a la que descalificaban por ser hija de divorciados? Pero, como diría un castizo… otro vendrá que bueno te hará”.
La relación con el rey Juan Carlos
Jaime Peñafiel escribió una carta abierta a doña Letizia donde le explicaba el porqué de su reacción cuando se enteró de que ella era la elegida por don Felipe: “Reconozco que, con el sorprendente anuncio de boda, me sucedió lo que con las sentencias judiciales: las acato –¡faltaría más!- aunque no las comparto… Cualquier joven puede ser reina de España y eso, estimada Letizia, me es muy difícil de aceptar”. El periodista continúa su artículo citando las palabras de don Juan sobre el matrimonio del príncipe de Asturias: “El príncipe sabe que no puede ser libre para elegir a su futura mujer porque ésta será la Reina de España. Su libertad de elección está limitada”.
Los consejos a la Reina
Pero no todo han sido críticas de Peñafiel a doña Letizia, también consejos. Por ejemplo, sobre los altísimos tacones que la reina debe utilizar sí o sí para que no se vea tanta diferencia de altura con el rey. También sobre cómo estrechar manos sin cansarse. Y, por supuesto, acerca de la conveniencia de sonreír: “Esfuérzate, Letizia, no sólo para controlar tu carácter (¿qué sucederá el día que no lo hagas?), sino para que no se produzca en ti esa terrible dualidad que posees: una sonrisa expansiva y espontánea, por un lado, como gélida es la expresión cuando se produce la repentina desaparición de esta sonrisa, por otro… No te olvides nunca del protocolo, que es una barrera muy eficaz contra toda clase de agresiones, engendradas por el desenfado, la familiaridad y la mala educación. A buen entendedor…”.
La relación con sus hijas
La faceta de doña Letizia como madre ha sido puesta en cuestión por Jaime. Así se expresó el periodista: “Letizia está deformando el carácter de las niñas. Simplemente son niñas y hay que educarlas como tal… Letizia ve a Leonor como la futura reina de España, y creer eso es ser demasiado optimista. No sabemos si para entonces habrá monarquía”. El periodista no entiende como siendo la soberana nieta de taxista e hija de una madre sindicalista de izquierdas, “esté dando este tipo de educación a sus hijas”. Una vez más, Peñafiel pone el ejemplo de doña Sofía por delante: “Hasta determinada edad todos los niños se educan igual. Felipe se educó como un niño normal. A la reina Sofía le aconsejaron que dejase a su hijo asistir a las fiestas de cumpleaños de los demás niños y ella cedió”. También resalta las diferencia de crianza entre las infantas y otros miembros de su generación pertenecientes a diferentes casas reales: “La mayoría de monarquías europeas llevan a sus hijos a colegios públicos. Las hijas del rey están en un ambiente muy restringido”.
La relación con la gente
Peñafiel tiene claro que Letizia es un escollo para don Felipe en su puesto de rey: “Nunca he llamado reina a Letizia. A veces hace de menos a su marido. El otro día lo vimos: se negó a ir a Palma a felicitar a la tía Pilar, una anciana de ochenta años. El ejemplo que da no es bueno. Una vez tuvimos un encontronazo, incluso me señaló con el dedo. Le dije que no lo hiciera. Fue muy desagradable… Ha igualado la monarquía por abajo. Es la consorte y tiene que tener un comportamiento mucho más serio. ¿Qué es eso de llevar a Felipe a Malasaña? Me gusta mucho ese barrio, pero no es para que vaya el rey con unos pantalones rotos”.
La pregunta del millón: ¿Sigue sin gustarle a Jaime Peñafiel Letizia como reina? Aquí va su respuesta: “Entiendo que a los aristócratas no les caiga bien por sus orígenes más que modestos pero que a la gente sencilla tampoco le guste, es de sospechar. Hay algo en Letizia que el pueblo rechaza. Es prepotente, agresiva en sus gestos, actúa como titular en vez de consorte”. En opinión del periodista, doña Letizia “Se siente mejor en el papel de famosa que en el de reina. Dice cínicamente que le gustaría que solo le juzgaran por su reinado pero se cambia de look pensando en la impresión que dará a la prensa y lleva a cabo todo tipo de frivolidades como la cirugía. No es natural, siempre esta forzada queriendo demostrar que es la mejor”.
La relación con la reina Sofía
Lo cierto es que son muchos quienes reprochan a doña Letizia su forma de entender la monarquía. El hecho de que no sea proclive a mostrar a sus hijas ha levantado polvareda. Estamos ante las princesas menos conocidas de la realeza europea. Tampoco gusta la forma en que doña Letizia ejerce de reina, como si fuera un trabajo a tiempo parcial. ¡Y ay de aquel que intente averiguar qué hace en su tiempo libre! ¿Perdonaría la reina Letizia una infidelidad? Peñafiel es rotundo: “No toleraría una infidelidad porque le falta la profesionalidad de doña Sofía. Quiere ser reina de 9 a 2 y Sofía lo es las 24 horas. Son opuestas por eso no pueden ser amigas. Sofía, por ejemplo, es antiabortista cien por cien”.
A pesar de todo, Peñafiel considera que doña Letizia ha sido transparente desde el minuto uno, cuando ya dio muestras de su verdadero carácter al anunciarse el compromiso: “Ella no engañó a nadie es la pura verdad. Ella dejó claro en su presentación en el Pardo quién era. No estaba dispuesta a que nadie le avasallara, le interrumpiera cuando le corrigió al príncipe. Aquello dejó a toda España conmocionada, ni en la Casa Real podían creerse lo que estaban viendo, ni los españoles tampoco… Ella entra en la Casa Real avasallando, sin mano izquierda, con mucha seguridad, pero se olvida de que no es la titular. Le queda mucho que aprender de doña Sofía, que ya ha dejado claro que ella es la reina porque está casada con el Rey. Eso tiene que tenerlo presente es la consorte”.
Letizia Ortiz y la imagen
Según Jaime Peñafiel, doña Letizia no cae bien a algunos de sus familiares políticos: “Las Infantas no la toleran y el Rey tampoco. La única que se esfuerza por integrarla es doña Sofía, que adora a su hijo. Hace lo imposible para que su matrimonio funcione”. ¿Cómo es doña Letizia según el veterano periodista? “Siempre quiere ser la más en todo. La más lista, la más culta, la más guapa, la más elegante… Tanto esfuerzo la consume. Así está tan delgada”. ¿A Jaime le gusta el aspecto de la reina? “Está visto que lo de Letizia es sorprender todos los días: ¿qué me pongo hoy? ¿Cómo me peino? ¿Cómo me maquillo? Ignoro quién es su estilista. De todas las maneras, no le hace caso alguno. Pero una consorte real no debería cambiar de imagen todos los días. Perdonen que me repita”.