¿Qué es la fatiga visual y cómo podemos prevenirla?

La fatiga visual es una afección cada vez más común en nuestra sociedad, especialmente debido al aumento del tiempo que pasamos frente a pantallas. Un optometrista especializado puede diagnosticar fácilmente este problema, que se caracteriza por síntomas como ojos secos, enrojecimiento, visión borrosa, dolor de cabeza y una sensación general de cansancio ocular.

La fatiga visual no es una enfermedad grave, pero puede llegar a afectar significativamente la calidad de vida, sobre todo si no se toman las medidas adecuadas para prevenirla y tratarla a tiempo.

¿Cuáles son las causas más comunes de la fatiga visual?

La causa más habitual de la fatiga visual es la exposición prolongada a dispositivos electrónicos que nos obligan a enfocar continuamente un punto cercano. Estos aparatos emiten luz azul, que puede ser perjudicial para los ojos cuando se está expuesto a ella durante largos periodos, generando el conocido como «síndrome visual informático».

Además, la lectura en pantallas puede reducir la frecuencia de parpadeo, lo que provoca sequedad ocular y agrava los síntomas de la fatiga visual. También es común experimentar esta molestia en entornos con iluminación inadecuada o cuando se realizan tareas que requieren mucha concentración visual sin descansar.

¿Cómo tratar la fatiga visual?

Para quienes padecen fatiga visual con regularidad, un oftalmólogo puede ser el mejor aliado. Este profesional evaluará la salud ocular y podrá recomendar tratamientos, como el uso de lágrimas artificiales o gafas de protección contra la luz azul, especialmente útiles para quienes trabajan con dispositivos digitales durante largas jornadas.

No obstante, existen también algunos hábitos que podemos incorporar a nuestra rutina diaria para aliviar los síntomas y prevenir la aparición de esta fatiga.

Uno de los métodos más efectivos es la «regla del 20-20-20». Esta regla, recomendada tanto por oftalmólogos como por optometristas, consiste en mirar a una distancia de 20 pies (aproximadamente 6 metros) durante 20 segundos cada 20 minutos de trabajo frente a la pantalla.

Esto ayuda a reducir la tensión en los músculos oculares y a mantener la hidratación natural de los ojos. Además, se recomienda ajustar la iluminación de los espacios de trabajo, mirar hacia los lados cada cierto tiempo, parpadear con frecuencia y mantenerse bien hidratado.

La importancia de los programas preventivos

Programas preventivos como el “Eyecare”, disponibles en algunas clínicas, pueden ayudar a quienes experimentan fatiga visual de forma frecuente. Estos programas incluyen revisiones periódicas con un oftalmólogo y educación sobre salud ocular, además de ejercicios personalizados para aliviar la tensión de los ojos.

La medicina preventiva en el cuidado de los ojos puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida, especialmente para quienes trabajan en oficinas o estudios con mucha exposición a dispositivos electrónicos.

Es importante recordar que, si bien los síntomas de la fatiga visual pueden parecer inofensivos, la exposición continua sin descanso puede llevar a problemas de visión a largo plazo. Consultar con un optometrista u oftalmólogo para evaluar la salud visual y seguir sus recomendaciones es fundamental para proteger nuestros ojos.

Adaptar nuestro entorno, descansar la vista regularmente y acudir a revisiones preventivas son pasos esenciales para mantener nuestros ojos sanos y reducir la fatiga visual en el día a día.