Tamara Falcó hace buenas migas con sus compañeros
Tamara Falcó ha llegado a Got Talent y no parece que haya causado demasiadas críticas, en realidad el programa fue bastante bien de audiencia y se resaltó la buena edición del formato ya que visualmente es un gran espectáculo que llena de entretenimiento a los espectadores más allá de los propios miembros del jurado.
Risto Mejide ha dejado claro que Edurne es insustituible y que la echa mucho de menos, pero asegura que Tamara se está adaptando bien al concurso y no parece que tenga demasiados reproches hacia ella, ahora queda por saber cómo se han desarrollado el resto de los programas, que ya están grabados, y si hay momentos tensos que todavía no hemos visto.
Tamara Falcó se sorprende con las actuaciones
La hija de Carlos Falcó está disfrutando de lo lindo en el programa a pesar de que Pablo Motos le recriminó en público que hiciera doblete en otra cadena, ella contestó con seguridad y le advirtió que otros de los colaboradores de El Hormiguero también trabajaban en varios programas, por lo tanto ella no tenía ningún problema de hacerlo en la competencia.
Tamara Falcó presume de sus privilegios, no solo por la vida acomodada que lleva si no porque ha sido capaz de enfrentarse al titán Pablo Motos y ha logrado quedarse en los dos programas de Antena 3 y Telecinco sin que esto suponga ningún problema para Atresmedia o Mediaset, un hecho insólito que seguro que va a sentar precedente.
Tamara Falcó ya es una compañera más
La hija de Isabel Preysler tiene muchas tablas en televisión, aunque es la nueva, ella sabe cómo jugar a hacerse la inocente despistada, pero soltar zascas en cualquier momento, tiene el don de lograr que todos le rían las gracias y que nadie se ofenda por sus comentarios elitistas y a veces fuera de lugar.
Tamara Falcó juega a ser la reina de los platós y con una especie de falsa humildad logra caer bien a sus compañeros, y si no es así, ellos jamás han dicho en público lo contrario, solo Boris Izaguirre tuvo el valor de enfrentarse a la marquesa y le leyó la cartilla en público cuando la fe católica de la mujer de Iñigo Onieva le hizo hacer comentarios poco amistosos hacia el colectivo LGTBIQ+, aunque ella negó que esa fuera su intención.