En un verano teñido por la tragedia y la sorpresa, la familia Goyanes se enfrenta a un nuevo y devastador golpe. Apenas 19 días después de despedir a su patriarca, Carlos Goyanes, la familia ha sufrido la inesperada pérdida de Caritina Goyanes, una mujer conocida por su alegría y vitalidad, fallecida repentinamente a la edad de 46 años. La consternación y el dolor son evidentes en todos aquellos que la conocieron y la amaron.
El pasado 8 de agosto, la familia Goyanes despidió a Carlos Goyanes, un momento doloroso que quedó grabado en la memoria de sus seres queridos. Sin embargo, nadie podía prever la tragedia que estaba por venir. Este fin de semana, Caritina Goyanes comenzó a sentirse mal en su residencia de Marbella, y su esposo, el empresario Antonio Matos, la trasladó inmediatamente al hospital más cercano, el Hospiten. A pesar de los esfuerzos médicos, Caritina sufrió un paro cardíaco fulminante que terminó con su vida, dejando a todos en estado de shock.
La noticia ha causado un profundo impacto en el entorno cercano de la familia. Familiares y amigos se movilizaron rápidamente hacia el tanatorio de San Pedro de Alcántara en Marbella, donde apenas unas semanas antes habían despedido a Carlos Goyanes. Entre los primeros en llegar se encontraban su hermana Carla Goyanes, acompañada de su esposo Jorge Benguria. Por su parte, Cari Lapique, la madre de Caritina, que se encontraba de vacaciones en Palma de Mallorca con su hermana Miriam, tomó el primer vuelo hacia Málaga al conocer la noticia. Figuras conocidas como José María García e Inés Domecq también se hicieron presentes para mostrar su apoyo en este momento de dolor.
La historia de Caritina es la de una mujer polifacética y querida por todos. Aunque estudió Derecho, su verdadera pasión se encontraba en el mundo de la hostelería, donde logró destacar con su empresa de catering, Sixsens. Casada con Antonio Matos Salazar desde el verano de 2008, Caritina era madre de dos hijos, Pedro, de 13 años, y Minicari, de 7. La familia, siempre unida, estaba acostumbrada a compartir todos los momentos especiales juntos, algo que Caritina valoraba profundamente.
La boda de Caritina y Antonio fue un evento memorable. Celebrada en Ibiza, en la iglesia de Es Cubells, la ceremonia contó con la presencia de casi quinientos invitados, entre amigos, familiares y seres queridos. La novia, radiante, entró del brazo de su padre al son de música góspel, con un vestido diseñado por Manuel Mota que reflejaba su estilo elegante y sencillo. Ese día quedó grabado como uno de los más felices en la vida de Caritina.
En sus últimos años, Caritina se destacó por su carácter alegre y optimista, cualidades que la convirtieron en una persona muy querida en su círculo social. Su última publicación en Instagram, apenas unas semanas antes de su fallecimiento, reflejaba su amor profundo por su esposo Antonio. «16 años. Y 16.000 millones de veces te volvería a elegir para recorrer este camino juntos», escribió, un testimonio conmovedor de la felicidad que compartían.
Además de su relación con Antonio, Caritina mantenía un lazo muy especial con su madre, Cari Lapique. En varias entrevistas, había expresado lo mucho que disfrutaba de la compañía de su familia. «Estamos todo —pero todo— el día ¡juntos!», decía en una entrevista con la revista ¡Hola!, destacando la cercanía que tenían no solo con su madre, sino también con sus hijos, que pasaban gran parte de su tiempo con sus abuelos.
El doble golpe que ha sufrido la familia Goyanes en tan corto tiempo es, sin duda, una prueba de fortaleza y unidad. Los próximos días estarán marcados por el duelo y los recuerdos de una mujer que dejó una huella imborrable en todos los que tuvieron la suerte de conocerla. Mientras tanto, amigos y familiares continúan llegando a Marbella para despedirse de Caritina, en un último adiós que está cargado de dolor y emoción.
La desgracia de los Goyanes
A las 23:00 horas de esta noche, se celebrará un responso en el tanatorio de San Pedro de Alcántara, el mismo lugar donde hace menos de tres semanas se despidió a Carlos Goyanes. El ambiente es uno de tristeza y solemnidad, con caras conocidas y queridas, todas unidas en el luto por la pérdida de Caritina, una mujer que vivió intensamente y cuya partida deja un vacío inmenso.
Este verano ha sido especialmente difícil para la familia Goyanes, una familia marcada por la elegancia, la notoriedad y ahora, por una tragedia que ha puesto a prueba su resistencia emocional. El fallecimiento de Caritina Goyanes, una mujer que irradiaba vida y alegría, es una pérdida irreparable que deja un gran vacío no solo en su familia, sino también en todos aquellos que la conocieron y amaron. Mientras el sol se pone sobre Marbella, un nuevo capítulo de dolor y duelo comienza para los Goyanes, una familia que ahora, más que nunca, necesita del apoyo y cariño de todos aquellos que los rodean.