El periodista Carlos Ferrando, que ha fallecido a los 76 años en su domicilio de Madrid, ha sido despedido hoy en un emotivo acto en el tanatorio. Ferrando, conocido por su destacada trayectoria en diversos medios de comunicación y por su cercanía con figuras como Rocío Jurado y Sara Montiel, ha dejado un vacío considerable en el mundo del periodismo.
El repentino fallecimiento del comunicador ha sorprendido a sus amigos, ya que se encontraba en buen estado de salud tras una reciente operación por una hernia que le había causado molestias durante años. Según César Henrich, uno de sus amigos cercanos, el periodista falleció de manera tranquila en su cama debido a una parada cardiorrespiratoria. «Se lo encontró dormidito en la cama. No murió deshidratado, aunque llevaba dos días sin levantarse, lo que contribuyó a la deshidratación», ha explicado.
Ferrando no mantenía una relación cercana con su familia biológica, prefiriendo a sus amigos como su familia elegida. Esta decisión se reflejó en el tanatorio, donde los amigos más íntimos se encargaron de honrar su nombre y despedirse de él tal y como se merece. Rosa Valenty, visiblemente emocionada, agradeció el apoyo constante de sus amigos.
«Gracias a los compañeros periodistas que han estado tan cerquita de él. Yo también lo hubiera hecho si hubiera sabido la situación, pero una vez más he tenido que hacer la subida de esta cuesta para despedir a personas que han significado mucho en mi vida«, expresó Valenty con lágrimas en los ojos.
Por su parte, Charo Reina recordó a Ferrando con cariño, destacando su carácter y profesionalismo. «Un gran amigo y un gran profesional, una magnífica persona», comentó Reina, añadiendo que «son tantas cosas, tantas noches de risa y charla que es difícil resumir en palabras».
Bibiana Fernández también se pronunció sobre la ausencia de la familia, señalando que «si no había relación con él, ¿por qué va a haber con los amigos? Sus amigos están aquí con él, y lo despediremos con cariño». Fernández subrayó que, aunque Carlos no mantenía una relación cercana con su familia, «la familia que uno elige es la que importa».
Finalmente, César Henrich adelantó que las cenizas de Ferrando serán llevadas a Cuba, su «segunda casa», en un gesto que honrará su deseo. «Vamos a llevarlas a Cuba y celebraremos con unas copas, como a él le hubiese gustado», concluyó Henric.