El amor y los tatuajes a menudo parecen ser eternos, pero la realidad demuestra que no siempre es así. Álvaro Morata, capitán de la Selección Española de Fútbol, es el más reciente ejemplo de cómo las promesas de amor grabadas en la piel pueden terminar siendo un recordatorio incómodo de un pasado que se quiere dejar atrás. El delantero del Milan, quien se había tatuado el nombre y rostro de su ahora exesposa, Alice Campello, se enfrenta a la posibilidad de borrar ese símbolo de amor que alguna vez compartieron.
El tatuaje en cuestión, ubicado en el antebrazo izquierdo de Álvaro Morata, salió a la luz en agosto de 2018, pocos meses después del nacimiento de los mellizos Leonardo y Alessandro, sus primeros hijos en común. “Mi marido es único”, declaró entonces Campello en redes sociales, justificando el motivo detrás de la tinta.
Según explicó la influencer italiana, la idea del tatuaje nació como un gesto romántico que representaba su unión y el hecho de que ambos compartían la dicha de ser padres. “Lo hizo porque yo quería hacerme un tatuaje y me encantaba la idea de hacer uno de pareja. Él dijo que, además de eso, le encantaba la idea de hacerse uno muy especial que representase a la madre de sus hijos y se hizo mi cara”, relató Campello.
Este tatuaje no fue el único que se hicieron juntos. La pareja también se tatuó una estrofa de la canción A te, del popular cantante italiano Jovanotti: “L’unica al mondo, l’unica ragion”, que en español significa “el único en el mundo, la única razón”. Más adelante, Álvaro Morata y Campello añadieron otra muestra de su amor a través de la tinta: él se grabó “ti amo” (te amo) y ella, “pazzo di te” (loca por ti). Pero no solo se tatuaron entre sí; los hijos de la pareja también han dejado su huella en sus cuerpos. Morata lleva tatuado en el brazo “papi y mami”, y Alice, en la muñeca, la frase “ti amo mami”.
Álvaro Morata y las especulaciones
Sin embargo, la realidad ha cambiado. La relación entre Álvaro Morata y Campello ha llegado a su fin, y con ello, el significado de estos tatuajes ha quedado en el aire. Especulaciones apuntan a que el futbolista podría seguir el camino de otros famosos que, tras una ruptura, deciden eliminar de su piel los recuerdos de una relación pasada. Ejemplos célebres sobran: desde Melanie Griffith, quien tardó casi una década en borrar el nombre de Antonio Banderas de su brazo, hasta actores y cantantes que han tenido que recurrir a tratamientos avanzados para eliminar lo que alguna vez fue un símbolo de amor eterno.
En este contexto, El Debate ha consultado a la doctora Carla Barber, especialista en la eliminación de tatuajes y quien, curiosamente, mantuvo un breve romance con Álvaro Morata en 2016. Barber, que lidera Clínicas Barber, explica las opciones que existen para quienes desean borrar de su piel estos recuerdos no deseados. “Son muchos los motivos por los cuales una persona decide borrarse un tatuaje; desde razones laborales o personales, a querer tatuarse en la misma zona de nuevo”, señala la doctora.
Barber también destaca que hasta hace poco, eliminar un tatuaje era un proceso largo y doloroso, que además dejaba cicatrices visibles. “Hasta hace poco, si uno se arrepentía solo había dos opciones: aceptarlo y convivir con él o someterse a un largo y doloroso proceso para eliminarlo, el cual dejaba una cicatriz que en ocasiones no compensaba el amargo trago”, explica.
Sin embargo, los avances en tecnología han cambiado el panorama. En Clínicas Barber utilizan el láser Enlighten de Cutera, una herramienta de última generación que permite borrar tatuajes multicolores en tiempo récord. “Su potencia, un 20% mayor, sumada a sus pulsos ultracortos, fragmenta la tinta en partículas muy pequeñas que el cuerpo elimina de forma más rápida. Con esta tecnología se puede eliminar la tinta de un libro sin dañar un ápice sus hojas”, asegura Barber.
El proceso, según detalla la doctora, dura entre 15 y 30 minutos, dependiendo del tamaño del tatuaje. Además, el número de sesiones necesarias varía según los colores y la complejidad del tatuaje, pudiendo repetirse el tratamiento cada 6 u 8 semanas. En cuanto a la tolerabilidad, se utiliza anestesia local, tópica o frío para minimizar el dolor, lo que hace del procedimiento algo más soportable.
Los tatuajes de Álvaro Morata
Álvaro Morata, además de este tatuaje que ahora se encuentra en el centro de la atención, lleva en sus brazos los nombres de sus cuatro hijos: Ale y Leo, en el brazo izquierdo, y Edo y Bella, en el derecho. Estos nombres, sin duda, permanecerán grabados para siempre en su piel, como un recuerdo de su familia, sin importar cómo evolucione su vida personal en el futuro.
Ahora, el futuro de su tatuaje dedicado a Alice Campello está en la balanza. Lo que alguna vez fue una muestra de amor incondicional, podría convertirse en un simple recuerdo borrado con la ayuda de la tecnología. El otoño, según Barber, es una de las mejores épocas para someterse a tratamientos de eliminación de tatuajes, por lo que quizás Álvaro Morata esté considerando aprovechar esta temporada para dar el paso y borrar lo que queda de su amor pasado.
El caso de Álvaro Morata es un recordatorio de que las decisiones permanentes, como los tatuajes, pueden llegar a tener un peso inesperado cuando las circunstancias cambian. Aunque la tinta se pueda desvanecer con la ayuda de la ciencia, las huellas emocionales que dejan esas decisiones, a menudo, permanecen mucho más tiempo.