La televisión es uno de los medios más rápidos para hacerse famoso pero también para caer en el olvido. Dejas de salir y la gente se olvida. Mientras el foco alumbra, la vida en rosa. Cuando se apaga, fundido a negro. Desaparecen quienes te rodeaban durante el éxito y se proclamaban amigos. Notas algo extraño cuando les llamas por teléfono y todo son excusas. Hay que estar muy preparado mentalmente para asimilar caer en un agujero negro y profundo. Y entonces te preguntas, ¿cómo llegó la noche? Hacemos un repaso por los famosos que se convirtieron en juguetes rotos.
Estibaliz Sanz se hizo conocida para el gran público cuando posó para Playboy. Se trataba de todo un hito, ya que se daba la circunstancia de que era la primera española que aparecía en la revista del fallecido Hugh Hefner. Sin duda, los noventa fueron suyos. Los medios se la disputaban. Tuvo arte y parte en Crónicas Marcianas, donde deslumbraba con su escultural anatomía. Le llovía el trabajo y ganó mucho dinero. Solo en bolos, ganó un pastizal. Sin embargo, se adentró en la senda negra y perdió el control: “Me lo gastaba todo en drogas, en ropa y en ayudar a los demás”.
Durante años, a Estibaliz le persiguió la sombra de supuestas cenas con caballeros adinerados. Ella siempre lo negó: “Me lo ofrecieron muchas veces y siempre dije no. Mi dignidad no tiene precio”. La modelo conoció la cara B de la fama cuando su estrella empezó a decaer. Tocó a las puertas de quienes había ayudado pero todo solo obtuvo negativas. Entre medias, conoció al padre de su único hijo. Aquello no salió bien y acabaron convertidos en enemigos íntimos.
Los ahorros de Sanz se acabaron y con ellos su seguridad. La depresión se hizo presente en su vida y lo cambió todo. Su estado era tan delicado que llegó a asistir a un hospital de día donde recibía tratamiento y participaba de actividades para fortalecer su estado anímico. Sobrevive pero no está repuesta del todo. Ella, que siempre fue una mujer coqueta, ha perdido todo el interés en arreglarse. Apenas se maquilla, luce con exceso de peso y el sufrimiento ha hecho que los años se le echen encima. Aun así, Estíbaliz sueña con recibir la visita de la esperanza de la desesperanza.
Aramis Fuster alcanzó grandes cuotas de popularidad en la época de los noventa. Eran los días de Paco Porras, Leonardo Dantés y otros personajes que fueron clasificados como frikis. La atractiva bruja nos deleitó con sus posados en biquini. Tiene un punto exhibicionista que la lleva a mostrar su exuberancia. A nivel profesional, le iba bien. Aparte de bolos y apariciones en televisión, la catalana tenía la consulta llena. Sin embargo, poco a poco, los medios le dieron la espalda. Una nueva era empezaba y no había cabida para ella.
Bien sabe la bruja que la fama cuesta. A ella le acarreó la pérdida de las dos personas más importantes de su vida, sus hijos. A día de hoy, ninguno de los dos quiere saber de ella. A nivel mediático se les ha requerido en diferentes ocasiones pero sus labios están sellados. Mientras tanto, Fuster se manifiesta en redes sociales. Últimamente, ha causado gran alarma al proclamar: “Estoy en peligro de muerte. Lo anuncio por si me pasa algo”. De sus twits se desprende que alguien quiere evitar a toda costa que hable y de ahí las amenazas.
Hace un tiempo, Aramis tuvo un resurgir. Sucedió a raíz de conocerse que atravesaba una malísima situación. Afirmó que mendigaba para vivir y que tenía que apoyarse de un bastón para caminar. Conocedora como pocas de cómo se maneja el show televisivo, Fuster se inmoló por el espectáculo y las redes ardieron en mensajes pidiendo su vuelta. Parecía que estaba destinada a entrar en GHVIP pero no fue así. Hasta donde se sabe, la bruja malvive y sigue a la espera de esa oportunidad que la devuelva a los platós de televisión para revivir su mejor época.
Víctor Sandoval triunfó en televisión. Su buen hacer ante las cámaras hizo que se convirtiera en un presentador de éxito. Han sido muchos los programas que ha conducido. Aunque asegura que una mano negra pesa sobre él, su realidad profesional indica que ha tenido etapas de gran éxito. El showman se casó con Nacho Polo y se establecieron en Miami. Parecía que lo suyo iba viento en popa hasta que una avispa picó a Víctor y regresó a España.
En principio, la idea de Sandoval era curarse y volver a los brazos de su marido. Sin embargo, sus ansias de televisión le pudieron y empezó a arremeter contra Nacho desde Sálvame. Una historia que encandiló a la audiencia pues Víctor en cada entrega añadía nuevas especias para cocinar un plato sabroso. Mientras tanto, Polo continuaba en Miami. Él jura y perjura que se enteró de que su marido le ponía verde por televisión. Afirmó no entender nada porque la palabra separación no se había pronunciado entre ellos.
Una vez se quedó sin marido y sin trabajo en televisión, Víctor empezó su particular vía crucis. Cambió Madrid por Sitges para olvidar. Sin embargo, las cosas no le salieron bien. A nivel laboral, no consiguió remontar el vuelo. Al respecto, ha confesado que lo está pasando muy mal y que se alimenta gracias a la caridad de algunos amigos. También ha expresado que ha sufrido la mala experiencia de un desahucio por no poder hacer frente al alquiler. Su deuda con Hacienda le quita el sueño. Y lo peor, no consigue pasar página al capítulo de su vida titulado Nacho Polo y yo.
Aída Nizar llegó a nuestras vidas cuando se enroló en Gran Hermano. Aquella mujer que hablaba con Dios y se dirigía a ella misma en tercera persona impactó. Durante su paso por el reality, parecía que esa personalidad histriónica era producto de una estrategia. Para nada, en la vida real todavía es más intensa, para empacho de sus detractores.
La vallisoletana quiere que el foco le alumbre y no ha dudo en idear montajes o bien enfangar el buen nombre de aquellos famosos que han tenido la mala suerte de pasar por su mente. Sus exabruptos le han valido sentarse en el banquillo. Lejos de reconocer que se equivocó, camina hacia delante sin mirar atrás.
La Nizar es una narcisista de tomo y lomo. No para de glosar sus virtudes ni se corta un pelo a la hora de expresar que nació para comunicar. Sin embargo, unas palabras muy desafortunadas que salieron de su boca fueron las que pusieron fin a su labor de tertuliana. Que su carácter no está hecho de azúcar ha podido verse en diferentes ocasiones en las que ha sido captada en algún local arremetiendo contra la dependienta de turno.
En los últimos tiempos, Aída va de coach y se dedica a impartir seminarios basados en su método: “Haz de tu vida un éxito”. Tanta meditación no le ha hecho comprender que mejor decir la verdad en vez fabular. Hace algunos meses, aseguró que tenía un proyecto con Mediaset Italia del que poco o nada se sabe. Aunque la Nizar se cree el centro del universo, en redes no destaca. En Instagram suma 29,1K seguidores y en Twitter 7.650.
María José Galera formó parte de la primera edición de Gran Hermano. Aquello fue un auténtico éxito de audiencia. Dado que ninguno de los concursantes tenía ni idea de cómo discurriría el reality, se mostraron tal cual eran. Sin aditivos ni artificios. La mecha del amor prendió fuerte entre María José y Jorge Berrocal. El día en que la andaluza fue expulsada, él manifestó: “No lloréis, que me voy a casar con ella”.
Estaba previsto que Galera fuera portada de una importante cabecera rosa cuando estalló un escándalo que la ligaba a la prostitución. Aquello fue muy duro de sobrellevar, pues eran muchas las opiniones que se vertían al respecto. Berrocal dijo que nada tenía que decir sobre el pasado de su chica. Se fueron a vivir juntos y la cosa funcionó durante un tiempo. Sin embargo, la ruptura se produjo con mucho ruido. Durante años, se enfrentaron en los platós llegándose a acusar de cosas muy feas.
Con el tiempo, todo se acaba, Galera comprendió que ya no se podía estirar más el chicle de la fama y que tenía que iniciar una nueva vida. El golpe más duro se lo llevó cuando falleció su hija mayor, Estefanía, que nació aquejada de parálisis cerebral: “Cuando muere mi hija, yo caí en una depresión bastante grande, pensando incluso en la muerte y en irme a su lado”. Sin embargo, consiguió aprender a vivir con el dolor. Tiene dos hijas más, nacidas de posteriores relaciones.
Viendo que en España no tenía futuro, María José puso rumbo a México con su nueva pareja y sus dos hijas. Se la veía feliz en su nueva vida. Hacía años que no sabíamos de ella cuando nos sorprendió participando en Gran Hermano, el reencuentro. Estuvo once días y después regresó al país azteca. Pues bien, su aventura al otro lado del charco no ha acabado bien. Galera ha expresado que ni su marido ni ella tuvieron buen ojo a la hora de escoger a los socios con quienes poner en pie un club de pádel. En uno de sus viajes a España, estos sujetos desvalijaron su casa. Parece ser que lo pasó fatal y que vivió más episodios para olvidar. Ella y sus hijas ya están en Sevilla. Su marido no ha podido viajar porque aseguran sobre él pesaría una supuesta orden judicial por no hacer frente a la manutención de sus hijas.