María José Suárez está atravesando una de las etapas más difíciles de su vida tras su reciente separación de Álvaro Muñoz Escassi. La noticia de la ruptura ha generado un torbellino mediático que ha puesto su vida bajo un escrutinio intenso y continuo. La que fuera Miss España en 1996 se encuentra en el ojo del huracán y todo indica que seguirá siendo así en las próximas semanas. Aunque Escassi dio un paso adelante hace unos días al hablar en el programa ‘TardeAR’ y explicar los motivos de la separación, la modelo ha optado por mantenerse al margen y tratar de sobrellevar la situación en silencio.
Para María José Suárez, este es un momento de curar las heridas y ha encontrado refugio en su impresionante casa en Coria del Río, Sevilla. Esta residencia ha sido su santuario, donde se siente segura y protegida. Sin embargo, no puede evitar ser asaltada por los recuerdos, ya que hasta hace poco compartía esta casa con Escassi. La pareja vivió en esta vivienda durante los tres años que duró su relación, haciendo de cada rincón un espacio lleno de memorias compartidas.
A través de las redes sociales de María José Suárez, se ha podido conocer más sobre su casa. Ubicada en su ciudad natal, la presentadora siempre ha mantenido vivas sus raíces a pesar de que la mayoría de sus compromisos profesionales están en Madrid. La vivienda es un chalet amplio y luminoso, ideal para disfrutar del exterior, ya que cuenta con una piscina y un gran jardín. El interior de la casa revela una mezcla de estilo clásico con toques modernos, con muebles de madera robustos y elementos vintage en el salón.
La cocina de la casa es otro espacio destacable, amplia y luminosa, con una gran encimera de mármol, fuegos de gas y muebles blancos. Se nota que a María José Suárez le gusta cocinar y este espacio le permite explorar esa pasión. Además, como amante de la moda, la modelo tiene su propio vestidor, donde guarda algunas de sus prendas y diseños favoritos, todo perfectamente ordenado en estanterías, mostrando su inclinación por el orden y la organización.
El dormitorio de María José Suárez refleja su gusto por la simplicidad y la elegancia, decorado en tonos blancos, con mesitas de noche de madera y una gran cama de matrimonio con un cabecero destacado. Sin embargo, la joya de la corona es la zona exterior de la casa, especialmente la piscina. Este espacio está decorado con hamacas, jardineras y palmeras cuidadas, creando un oasis perfecto para el verano. Este lugar no solo es ideal para que ella y su hijo Elías disfruten, sino que también es un espacio acogedor para amigos y familiares durante las calurosas noches de verano.
María José Suárez, muy molesta
En medio de este ambiente sereno, la noticia de su ruptura con Escassi sigue ocupando horas de televisión. Recientemente, se ha sabido que María José Suárez está «molesta» por las declaraciones del jinete en ‘TardeAR’. Según Luis Pliego, director de la revista Lecturas, Suárez siente que las palabras de Álvaro son un intento de «blanquear la infidelidad». Escassi culpó a la modelo de la separación, alegando que la relación se había enfriado y describiéndola como una relación de idas y venidas. Sin embargo, Suárez sostiene que en los tres años de relación solo tuvieron un «break» de 10 días cuando descubrió que él le estaba mintiendo. Además, considera que las menciones a Hiba Abouk son una cortina de humo.
A pesar de que Escassi afirmó que la relación se había vuelto fría en los últimos meses, María José no comparte esta percepción. Todo indica que en los próximos días se revelarán más detalles sobre esta ruptura, que ha captado la atención de muchos en el mundo de la crónica social. La historia de Suárez y Escassi, una de las parejas más seguidas en los últimos años, parece lejos de concluir en silencio.
María José Suárez sigue buscando paz en su hogar mientras enfrenta la tormenta mediática. Su enfoque en la sanación personal y en mantener un perfil bajo contrasta con la exposición pública de los detalles de su ruptura. La casa en Coria del Río no solo es un refugio físico, sino también un símbolo de su deseo de preservar su privacidad y encontrar consuelo en un entorno familiar y querido.