Arantxa Sánchez Vicario, una de las tenistas españolas más exitosas, ha vuelto a ser noticia. Esta vez, no por sus logros deportivos, sino por desmentir un rumor sobre su vida sentimental. La ex campeona de Roland Garros ha negado estar de nuevo enamorada, tal y como se había publicado en algunos medios de comunicación.
La polémica surgió en torno a una supuesta relación con un hombre de unos 60 años con el que habría sido vista en Miami. Arantxa, que ha regresado a España para disfrutar del verano en compañía de su familia, ha desmentido categóricamente la información, señalando a su exmarido Josep Santacana como posible origen de la filtración.
La noticia se dio a conocer el mismo día en que se publicó que Santacana iba a ser padre por tercera vez con su actual pareja. Arantxa, molesta, ha asegurado que la información sobre su nueva ilusión era totalmente falsa y que no entendía la casualidad del momento elegido para publicarla. Lo que la gente tenga que decir que digan realmente las verdades, no que se inventen cosas o se pongan la medalla con cosas que no son ciertas», ha sentenciado.
La batalla de la expareja continúa
A pesar de negar la nueva relación, Arantxa ha confirmado que su relación con Josep Santacana es nula, y que no le ha felicitado por su próxima paternidad. La extenista sigue inmersa en una batalla legal por su divorcio, con la que quiere llevar el proceso en Miami, mientras que Santacana lo quiere hacer en Barcelona.
En una entrevista para la revista «Yo Dona», Arantxa ha hablado abiertamente de las dificultades que está atravesando tras su separación y el proceso judicial. La extenista ha reconocido que se encuentra en una situación financiera complicada, ya que dedicaba todo su tiempo al tenis y confiaba en otras personas para gestionar sus asuntos económicos. «Yo me dedicaba exclusivamente a jugar al tenis. Sabía que ganaba dinero, pero depositaba toda mi confianza en otras personas para que se ocuparan de esos temas. No tenía motivos para desconfiar. Ahora sí que sé perfectamente lo que tengo», ha confesado.
Arantxa también ha hecho referencia al juicio por el que llegó a un acuerdo con la Fiscalía el pasado septiembre aceptando dos años de prisión y una multa de dos millones de euros por un delito de alzamiento de bienes. A pesar de la dureza de la situación, Arantxa asegura que sus hijos, Leo y Arantxa, son su «motor» y le han dado «el coraje que necesitaba para salir adelante. «Hoy, afortunadamente, puedo decir que me encuentro bien y que he aprendido lo que es el infierno. Saber lo que hay allí me ha ayudado a apreciar más lo que hay aquí arriba y a saber dónde no quiero volver nunca más. He aprendido mucho y eso me ha hecho más fuerte todavía», sentencia.
Arantxa Sánchez Vicario: ¿abierta al amor?
A pesar de desmentir su nueva relación, Arantxa no cierra la puerta al amor. «Algunos matrimonios acaban bien, otros duran toda la vida. No descarto nada», ha asegurado.
La extenista ha dejado claro que está dispuesta a seguir adelante con su vida, superar las dificultades que ha tenido que enfrentar y buscar nuevas oportunidades. El futuro está abierto para Arantxa Sánchez Vicario, una mujer que ha demostrado su fortaleza y su determinación en más de una ocasión.