Han transcurrido más de cinco años desde la última vez que Carlos III pisara suelo estadounidense. En diciembre de 2018, el entonces Príncipe de Gales viajó a Washington para asistir al funeral del expresidente George Bush padre. Esta visita, motivada por un gesto de respeto hacia el difunto mandatario, representó el último viaje oficial del monarca a Estados Unidos. Desde entonces, la relación entre el monarca británico y el país norteamericano ha estado marcada por tensiones no oficiales, provocadas principalmente por el conocido «Megxit».
El término «Megxit» hace referencia a la decisión del Príncipe Harry y Meghan Markle de abandonar la Familia Real y trasladarse a Estados Unidos en 2020. Este movimiento generó una crisis en el seno de Buckingham Palace que, hasta la fecha, sigue sin resolverse. Harry, quien ahora reside en California junto a Meghan y sus hijos, Archie y Lilibeth, ha mantenido un contacto esporádico con su familia en el Reino Unido, limitando sus visitas a momentos cruciales como el funeral de su abuela, la Reina Isabel II, y cuando se anunció públicamente el diagnóstico de cáncer de Carlos III.
A pesar de la distancia física y emocional, recientes informes sugieren que Carlos III está considerando un viaje a Estados Unidos. Tom Quinn, un experto en la Casa Real, afirmó en una conversación con The Mirror que el rey busca convertirse en un «abuelo amigable», similar a su relación con los hijos del Príncipe Guillermo: George, Charlotte y Louis. Según Quinn, el monarca está en negociaciones con su hijo Harry para concretar esta visita cuanto antes, con la esperanza de limar asperezas y fortalecer los lazos familiares.
La publicación también señala que Carlos III tiene un hueco en su agenda el próximo mes, lo que podría facilitar este encuentro. No obstante, Quinn destaca que es improbable que los niños de Harry y Meghan visiten el Reino Unido, dado que Meghan Markle ha dejado claro que no tiene intenciones de regresar a territorio británico.
La noticia de que Carlos III podría viajar a Estados Unidos también es interpretada como una señal positiva respecto a su salud. «El Rey se siente un poco mejor meses después de su diagnóstico de cáncer», comentan fuentes cercanas, indicando que este viaje podría ser un paso hacia la reconciliación familiar. La prolongada disputa entre el monarca y su hijo menor ha generado un clima de tensión que Carlos III está ansioso por resolver, sabiendo que el reencuentro debe producirse en el territorio de Harry y Meghan si quiere ver a sus nietos.
Sin embargo, no todos en la familia real apoyan esta decisión. El Príncipe Guillermo no comprende el deseo de su padre de reunirse con Harry y cuestiona por qué se arriesgaría de esta manera. Por otro lado, la Reina Camilla también se muestra reacia al viaje, principalmente por razones de salud. «La gira por Australia en octubre ya será demasiado para un hombre de su edad con cáncer, y mucho más un viaje transatlántico emocional para visitar a su distanciado hijo», comentan fuentes allegadas.
Carlos III en Estados Unidos
Este posible viaje de Carlos III a Estados Unidos marca un momento crucial en la dinastía Windsor. La decisión de cruzar el Atlántico podría no solo mejorar la salud del monarca al reconciliarse con su hijo, sino también impactar positivamente en la percepción pública de la familia real. Los observadores reales y el público en general siguen de cerca esta situación, conscientes de que cualquier movimiento en esta delicada relación podría tener repercusiones duraderas.
El eventual encuentro entre Carlos III y el Príncipe Harry sería más que una simple visita familiar; representaría un esfuerzo por sanar viejas heridas y fortalecer los lazos entre generaciones. A medida que la familia real británica enfrenta desafíos contemporáneos, este viaje podría ser una oportunidad para demostrar resiliencia y unidad en tiempos de adversidad. Mientras tanto, el mundo espera con interés los próximos pasos del monarca británico y las posibles repercusiones de su decisión de visitar a su hijo en California.