Recientemente, el mundo del espectáculo se sorprendió con la noticia de la separación de María José Suárez y Álvaro Muñoz Escassi, quienes pusieron fin a su relación de tres años. Sin embargo, una noticia aún más impactante ha sacudido a los seguidores del mundo de la televisión: la separación de los periodistas María Rey, de 57 años, y Manuel Campo Vidal, de 73 años. Según reveló el medio LOC, esta emblemática pareja ha decidido poner fin a su matrimonio.
La noticia de la separación de María Rey y Manuel Campo Vidal ha dejado atónitos a todos, tanto a sus seguidores como a sus colegas de profesión. Durante sus 25 años de matrimonio, siempre se les vio como una pareja compenetrada y unida, sin dar señales de problemas. Una fuente cercana a la pareja ha confirmado que no ha habido un conflicto específico ni terceras personas involucradas, sino que la decisión se ha debido al «desgaste de los años».
Según las fuentes, ambos han terminado su relación de la mejor manera posible y mantendrán una relación cordial y educada. Continuarán viéndose en el domicilio familiar, donde viven sus tres hijos: Iria, de 25 años, Iago, de 23, y Nacho, de 21. La misma fuente ha subrayado que se trata de un «proceso personal de pareja, no de familia» y que han tomado una decisión conjunta dolorosa, pero desde la lealtad y la fidelidad. Terminar un matrimonio después de tantos años y con hijos en común nunca es fácil, por lo que ambos han demostrado una gran valentía.
Aunque María y Manuel quieren vivir sus vidas por separado, no han hablado de divorcio «porque no tienen intención de volver a casarse». La pareja ya no vive en el mismo domicilio desde hace algún tiempo, lo que ha facilitado la transición. Tienen un piso cercano a la casa familiar y siguen hablando a diario y comiendo juntos en familia. Según la fuente, «les vamos a seguir viendo bien y juntos en muchas ocasiones».
María Rey y Manuel Campo Vidal se casaron el 24 de julio de 1998 en una ceremonia íntima y discreta en el salón de plenos del Ayuntamiento de Tomiño (Pontevedra), donde el padre de María era alcalde. Para Manuel, era su segundo matrimonio, ya que antes estuvo casado con la abogada Francesca Canella, con quien tuvo dos hijos, Claudia y Pau. En su boda, se pudieron ver rostros conocidos de la televisión de la época, como Olga Viza. La pareja se conoció en la década de los noventa, cuando él era directivo de Antena 3 y ella trabajaba en los informativos de la cadena.
Desde su boda, María Rey y Manuel Campo Vidal mantuvieron una vida discreta, evitando el protagonismo mediático y limitando sus apariciones públicas. Ahora, con el anuncio oficial de su separación, ambos pretenden seguir manteniendo esta discreción y no hablar del tema. A pesar de su naturaleza reservada, sus tres hijos han tenido más repercusión en los medios en los últimos años, concediendo entrevistas y colaborando en programas de televisión. Los tres jóvenes mantienen una relación cercana con sus padres, una relación que piensan continuar a pesar de la separación.
Un duro golpe para Manuel Campo Vidal
La noticia de la separación de María Rey y Manuel Campo Vidal ha sido un golpe inesperado para muchos, pero también un recordatorio de que incluso las parejas más sólidas pueden enfrentar desafíos insuperables con el tiempo. El hecho de que hayan manejado su separación de manera privada y sin conflictos habla mucho de la madurez y el respeto que se tienen mutuamente. A pesar de la separación, ambos continúan siendo figuras respetadas y queridas en el ámbito periodístico y televisivo.
El futuro de María Rey y Manuel Campo Vidal, aunque ahora por separado, sigue siendo motivo de interés y respeto para muchos. Ambos han decidido seguir caminos distintos, pero siempre tendrán un vínculo por los años compartidos y los hijos que tienen en común. La manera en que han gestionado esta difícil decisión es un ejemplo de cómo llevar a cabo una separación de manera respetuosa y considerada.
La separación de María Rey y Manuel Campo Vidal marca el fin de una era para una de las parejas más estables de la televisión española. Sin embargo, su decisión de seguir adelante de manera amigable y respetuosa es un testimonio de su carácter y profesionalismo, dejando una lección valiosa sobre cómo afrontar los retos personales con dignidad y consideración.