La vida de El Yoyas como un fugitivo: una cinta de correr y comida enlatada

El Yoyas

En una operación que puso fin a una prolongada y meticulosa búsqueda, Carlos Navarro, conocido como ‘El Yoyas’, fue localizado y detenido este martes en una masía situada en la comarca de Anoia, cerca de Igualada (Barcelona). Navarro, prófugo y condenado por violencia de género, llevaba casi dos años evadiendo a las autoridades, convirtiéndose en una sombra difícil de rastrear. Su captura representa el cierre de un capítulo de intensa búsqueda y vigilancia.

Durante los últimos dos meses, ‘El Yoyas’ permaneció completamente aislado en su escondite, sin salir ni recibir luz solar. Su paradero se había convertido en un misterio, aumentando la tensión entre los residentes locales, quienes en múltiples ocasiones avisaron a las autoridades sobre posibles avistamientos. No obstante, estos informes resultaron ser falsos hasta la confirmación definitiva esta semana.

carlos yoyas

La operación de captura fue resultado de una cooperación estrecha entre los Mossos d’Esquadra y el Grupo de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional. Los agentes dedicaron meses a monitorear los movimientos de las personas más cercanas a Navarro, observando cada visita y cada entrega de víveres a la masía. Esta vigilancia constante permitió acumular suficiente evidencia para que el juzgado de Las Palmas, que había dictado la orden de busca y captura, autorizara la entrada y registro de la propiedad.

El día de la detención, los agentes encontraron a Navarro en un estado deplorable: muy delgado, demacrado y con una falta de higiene evidente, vestido con un chándal negro y con una melena descuidada. El entorno en el que se encontraba reflejaba un intento desesperado de aislamiento: ventanas tapiadas, luces dirigidas al suelo para evitar que su presencia se notara desde el exterior y un sistema de bloqueo en la puerta que intentó usar para resistirse a la entrada de las fuerzas del orden.

La vida de El Yoyas como un fugitivo: una cinta de correr y comida enlatada

El interior de la masía revelaba preparativos para una larga estancia de El Yoyas: utensilios de ejercicio como una bicicleta estática y una cinta de correr, así como restos de comida y un notable desorden. Los investigadores señalaron que, a pesar de no pertenecer a una organización criminal, Navarro había tomado más precauciones que muchos fugitivos, comparándolo incluso con Hugo Armando ‘El Pollo’ Carvajal, exjefe de la Inteligencia Militar de Venezuela, conocido por su habilidad para eludir a las autoridades.

La conexión crucial que permitió la localización de ‘El Yoyas’ fue el vínculo con su familia, quienes le proporcionaban los recursos necesarios para su reclusión. Esta red de apoyo familiar fue monitoreada de cerca, lo que finalmente condujo a los agentes hasta el escondite del prófugo.

El historial de Carlos Navarro El Yoyas está marcado por una serie de condenas graves. En abril de 2021, la Audiencia de Las Palmas confirmó una sentencia de cinco años y ocho meses de cárcel por un delito de maltrato habitual y cuatro de lesiones contra su exesposa, Fayna Bethencourt, cometidos en presencia de sus dos hijos. Además, fue condenado por dos delitos leves de vejaciones y amenazas. Tras desatender el requerimiento del Juzgado de Paz de Vilanova del Camí (Barcelona) para ingresar voluntariamente en prisión el 14 de noviembre de 2022, el Juzgado de lo Penal 5 de Las Palmas de Gran Canaria dictó su búsqueda y captura inmediata.

El Yoyas y su refugio

A pesar de la intensa vigilancia, Navarro se mantuvo esquivo. Hace aproximadamente seis meses, los investigadores habían delimitado la zona en la que se ocultaba, basándose en movimientos y cambios de residencia de su familia. Sin embargo, ‘El Yoyas’ nunca abandonó su refugio. Los agentes aún contemplan la posibilidad de que se hubiera escondido en otras propiedades antes de establecerse definitivamente en la masía de Anoia.

La vida de El Yoyas como un fugitivo: una cinta de correr y comida enlatada

Las pistas proporcionadas por vecinos, quienes afirmaban haberle visto en diferentes establecimientos, aunque nunca corroboradas con fotografías, ayudaron a acotar la zona de búsqueda. La meticulosidad de Navarro para evitar ser detectado hizo de su captura un desafío notable para las fuerzas de seguridad.

Con la detención de Carlos Navarro, se cierra un periodo de angustia para su exesposa y sus hijos, y se reitera la eficacia de la cooperación policial en la captura de prófugos. La historia de ‘El Yoyas’, que pasó de ser una figura pública en la televisión a un condenado por violencia de género en fuga, termina ahora con su ingreso en prisión, cumpliendo la sentencia impuesta por sus crímenes.