Cuando te conviertes en un exiliado por tu propia familia, es normal que desaparezcas de la visión de muchas personas. Y más, si eres el hijo del imputado en el caso Noós, Inaki Urdangarín y tu familia no es otra que, nada más y nada menos, la Familia Real.
Los antiguos duques de Palma no sólo poseen muy mala fama, tras haber salido sus nombres (aunque la infanta Cristina ha estado absuelta) en estos famosos papeles centrados en la corrupción, sino que además han tenido que evitar que la furia recayera en sus cuatro hijos.
Juan Valentín Urdangarín: Está en la línea sucesoria
El primogénito de los antiguos Duques de Palma, cumplió hace escasos meses su mayoría de edad en el más estricto de los silencios. Como ya saben, sus padre Inaki y la infanta Cristina, han sido apartados, o mejor dicho vetados, de la Casa Real. Pero, ¿qué ocurre con sus hijos?
Es lógico que el matrimonio se los llevará con ellos, cuando se dirigían al extranjero apartados de todo. Pero, los pequeños no tienen la culpa de los supuestos actos de carácter criminal de sus padres. Es por ello, que a día de hoy, Juan Valentín sigue estando en la línea sucesoria.
Aunque sus probabilidades de llegar a ser el monarca español, están claramente reducidas pues se encuentra, por el momento, en el séptimo lugar de la línea de sucesión al trono español.
Nada parece tener en común con la familia Urdangarín
Juan Valentín Urdangarín es el mayor, por eso siempre suele tener una actitud más paternal con sus hermanos. Tiene en común que, al igual que sus primos, adora a su abuela Sofía de Grecia. Sus últimas apariciones en público han sido junto a sus hermanos y abuela, en Mallorca, en sus ya conocidas vacaciones de verano.
El primogénito tiene fama, a diferencia de alguno de sus primos, de ser responsable. Asimismo, Juan Valentín apoya, como gran parte de su familia, las causas sociales. Y es por ello, que se conoció hace escasos meses su colaboración, en diferentes causas benéficas, en la misma asociación , que habían colaborado previamente su abuela y su madre, llamada ‘Fundación del Jesuita Kike Figaredo’. Asimismo, había colaborado previamente como voluntario en Camboya.
Como podemos observar el casi desaparecido primogénito está volcado en diferentes causas sociales, parece que no quiere, afortunadamente, continuar con los pasos de su padre Inaki Urdangarín y, es por ello, que quiere labrarse un futuro mucho más prometedor y legal.
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