Laura Sánchez rehace su vida
Laura Sánchez terminó su relación con David Ascanio hace un mes, después de una gran crisis que no fueron capaces de resolver. Después de mantener una relación durante quince años, la pareja lo dejaba. El 5 de junio lo anunciaron públicamente, aunque expresaron que llevaban ya un tiempo separados.
Ahora, la modelo tiene un nuevo amor. Ha iniciado una relación con el torero sevillano, Manuel Escribano. Después de terminar con el músico, la modelo ha encontrado una nueva ilusión y se ha dejado ver en público de la mano de su nuevo amor. Las imágenes han provocado una gran conmoción en sus seguidores.
El nuevo amor de Laura Sánchez
Laura Sánchez ha vuelto a aparecer en las portadas de las revistas debido a novedades en su vida sentimental: ha sido fotografiada con el torero sevillano Manuel Escribano, a quien muchos ven como un hombre guapísimo. La revista ‘¡Hola!’ ha sido quien ha tenido la exclusiva para contarnos acerca de la nueva ilusión de la modelo.
Dichas imágenes iluminan la portada y el interior de esta revista del corazón y han causado una gran sensación entre los seguidores de la modelo. En ellas vemos a Laura junto a Manuel, caminando por la calle cogidos de la mano y en una actitud totalmente cómplice y cariñosa. Dichas imágenes fueron tomadas en la ciudad de Sevilla. Fuentes cercanas a la modelo confirman que esta nueva relación es ya de conocimiento público.
Una ruptura amistosa
Laura Sánchez y Manuel Escribano se conocen desde hace un tiempo y se los ha visto juntos en varias ocasiones. No obstante, no ha sido hasta después del divorcio de ella que la relación entre ellos se ha hecho más visible. Anteriormente, él estaba en una relación sentimental con Esther Bejarano, quien se dedica a la enfermería estética.
Después de haber hecho pública su ruptura con el músico, la modelo ha estado distanciada un tiempo de los medios. En sus primeras apariciones después del divorcio afirmaba que se encontraba mejor y que estaba «todo bien» con su exmarido. Asimismo aseguraba que el divorcio tuvo razones contundentes pero que no hubo «enfrentamientos, malos rollos ni terceras personas». Ahora, parece, vuelve a tener una ilusión.