El directo de Joaquín Prat que se le fue de las manos
Joaquín Prat y Patricia Pardo protagonizaron momentos muy tensos en el último programa cuando ella pidió «ni un minuto de televisión» para una de las invitadas, a lo que el presentador replicó: «las quejas a la dirección del programa». Todo terminó en un programa de gritos y quejas que se les fue de las manos.
La invitada era Meirivone, una mujer casada con un muñeco de trapo y que tiene tres hijos del mismo material, quien asistiría al plató del programa ‘La vida sin filtros‘. Recientemente fue entrevistada en este mismo programa y disparó los números de audiencia puesto que sus confesiones resultaron tan llamativas que todo el mundo se enganchó.
La entrevista a Meirivone
En dicha aparición la joven hablaba de su familia con total naturalidad y Joaquín Prat, en el empeño de conocer cuánto había de fantasía y cuanto de realidad en lo que contaba intentaba matizar: «pero no son personas, son muñecos». Y ella respondía con absoluta naturalidad: «Sí, son muñecos, pero son mi familia».
Pese a reconocer esa diferencia ella insistía: «Mi marido realmente es Marcelo, él es mi esposo, se ocupa y cuida de mi vida. Esto es una forma de criar diferente, una creación mía», expresaba en comunicación con Joaquín Prat. Y luego de decir que es feliz junto a esa familia agrega: «Además, ayudo a alguna gente con depresión con las historias que creo de mi mente, dando valor a mi familia.
El enojo de Patricia Pardo
Pese a que aquella entrevista terminó tan bien que desde el programa quisieron invitar a la joven a personarse en el plató, Patricia Pardo no dio un paso atrás y expresó su indignación con respecto a darle visibilidad a una persona así. «Lo que ocurre es que yo creo que esta señora encarna algo que es muy peligroso, que es el desprecio a valores fundamentales como el trabajo, el esfuerzo y la perseverancia», expresaba.
A continuación Patricia Pardo concluye diciendo que no todo vale, por ejemplo «Inventarte que tienes una familia de trapo…». Pero Joaquín Prat le pidió que no se enfadara y le dijo que si tenía alguna queja se dirigiera a los directivos pero que no se peleara con él. Con ese nivel de tensión continuó desarrollándose el resto de la emisión.