Eva González, una madre autoritaria
Eva González tiene ideas un poco estrictas en torno a la crianza. Han llamado mucho la atención los métodos que pone en práctica en la educación de su hijo Cayetano. Su hijo, de seis años, que sostiene sola después de divorciarse del padre, el torero Cayetano Rivera, ha sido protagonista en las últimas noticias sobre la famosa, debido a sus interesantes ocurrencias y anécdotas.
La comunicadora dio a luz en marzo de 2018 y ha mantenido siempre a su hijo fuera de los focos y la exposición. Tiene, sin embargo, algunas reglas de crianza bastante estrictas, porque no permite que el hijo acceda a dispositivos móviles, para evitar así que pueda exponerse. «Tiene seis añitos, intento siempre controlarle un poco», confiesa la madre. Lo que ha dado mucho de qué hablar.
¿Es Eva una madre controladora?
El mundo de la maternidad es complejo y generalmente no tenemos herramientas para juzgar la forma en la que una madre cría y educa a sus hijos. En el caso de Eva González, sus medidas que han resultado estrictas para sus seguidores tienen como objetivo mantener a su hijo protegido. «El móvil no lo coge», expresa la comunicadora. Solamente le permite usarlo durante el fin de semana y bajo estricta vigilancia.
Cayetano puede acceder a los dispositivos durante media hora diaria y disfrutar como quiera, pero siempre con la madre gestionando el tipo de contenido. «Mami, ¿cuánto me queda?» cuenta ella que le pregunta su hijo. «‘Pues, te quedan veinte minutos’. ‘Vale, pues voy a gastar cinco, avísame'», le cuenta. De esta forma, el niño aprende a gestionar su tiempo de ocio como más le gusta.
El futuro del hijo de Eva y Cayetano
A pesar de ya no estar juntos, Eva González y Cayetano Rivera comparten la educación y crianza del hijo y se ponen de acuerdo en torno a las medidas que deben tomar para protegerlo, buscando siempre lo que consideran más adecuado para el niño. Ambos, por ejemplo, están de acuerdo en que el niño no siga los pasos de su progenitor, es decir, que se mantenga alejado de la tauromaquia.
«Mi hijo conoce el mundo del toro, pero no será torero», decía Cayetano en una entrevista. Y ella confirmaba esta idea: «Estoy súper de acuerdo con Cayetano en que nuestro hijo no siga sus pasos». Pese a que Eva sabe que no puede negarle todo acceso a la tecnología, considera que lo mejor es dosificar el uso para evitar que el niño se exponga demasiado y para que tenga la oportunidad de disfrutar de otras cosas.