Isabel Pantoja volvió a demostrar su reinado en los escenarios con un concierto triunfal en la plaza de toros de Almería. La artista, rebosante de felicidad, no pudo ocultar su satisfacción por la gran acogida del público almeriense.
La felicidad de la artista tras un concierto memorable
«Muy feliz», así se mostraba Isabel Pantoja a su llegada al aeropuerto de Almería, donde la prensa la esperaba para recoger sus impresiones tras el exitoso concierto. La sonrisa que iluminaba su rostro evidenciaba la emoción de una noche inolvidable.
A pesar de la euforia del momento, la cantante también se mostró algo nerviosa ante la insistencia de algunos fans que, ansiosos por obtener un autógrafo o una fotografía, la abordaron en el aeropuerto. «Ya, cariño, ya, ya», respondía Pantoja con amabilidad, intentando abrirse paso entre la multitud.
La tensa espera en el aeropuerto
La situación se volvió aún más tensa cuando una admiradora, en su afán por fotografiarse con la artista, la agarró del brazo impidiéndole el paso. «No puedo pararme, señora, no puedo», exclamó Pantoja, visiblemente agobiada por la situación. La cantidad de preguntas de la prensa y el asedio de los fans convirtieron la espera en el aeropuerto en un momento incómodo para la cantante.
En medio del tumulto, Isabel Pantoja se desorientó y se pasó de largo el mostrador de facturación, teniendo que retroceder a toda prisa para reunirse con su amiga íntima, que la acompañaba en ese momento.
Agustín Pantoja, desbordado por la situación
Agustín, hermano y mano derecha de la artista, también vivió momentos de tensión en el aeropuerto. Al quedarse atrás mientras Isabel avanzaba entre la multitud, se vio rodeado por la prensa, sin saber muy bien cómo gestionar la situación.
Acorralado por las preguntas de los periodistas y cargado con el equipaje de su hermana, Agustín solicitó la ayuda de un trabajador del aeropuerto: «¿Por favor me puede acompañar?». La presión mediática lo desbordó hasta el punto de necesitar apoyo para poder avanzar hasta la zona de embarque.
En medio de la confusión, otro empleado del aeropuerto solicitaba a Agustín el DNI de Isabel Pantoja para agilizar el embarque, asegurando que una vez dentro del avión se lo devolvería. A pesar de la presión del momento, las únicas palabras que pronunció Agustín fueron de agradecimiento hacia el público almeriense: «Sí, es lo mejor», respondió cuando le preguntaron por la acogida del público.
En cuanto a las preguntas relacionadas con su enfrentamiento con Mariló de la Rubia o el embarazo de su sobrina Anabel, Agustín Pantoja optó por guardar silencio, evitando así alimentar más la polémica.