En prisión provisional en Tailandia y a la espera de conocer la sentencia por el presunto asesinato del médico colombiano Edwin Arrieta, Daniel Sancho ha sido juzgado en Madrid por un supuesto delito de lesiones relacionados con una agresión a un hombre en 2019.
El juicio, que tuvo lugar en el Juzgado de lo Penal número 16 de Madrid, contó con la participación del hijo de Rodolfo Sancho, quien declaró por videoconferencia después de que la justicia tailandesa rechazara su extradición a España para este proceso.
Aceptación de cargo y acuerdo con la Fiscalía
La defensa de Daniel, dirigida por Luis Gerez Fernández, del despacho de abogados Marcos García Montes, llegó a un acuerdo con la Fiscalía antes de la celebración del juicio. En este acuerdo, Daniel aceptó el cargo de lesiones, reconociendo haber propinado un puñetazo a un hombre en la madrugada del 9 de noviembre de 2019.
A pesar de que la Fiscalía solicitaba una pena de un año de prisión, se alcanzó un acuerdo donde el acusado fue condenado a una multa de 6 euros diarios durante tres meses, así como al pago de una suma en concepto de responsabilidad civil.
Declaración de conformidad y actitud positiva
Durante su declaración, Daniel confirmó su conformidad con el acuerdo alcanzado y la multa impuesta. Apareció en la videoconferencia con aspecto físico saludable, sereno y seguro, vistiendo el uniforme de la cárcel de Koh Samui, donde se encuentra desde agosto de 2023.
Según su abogado Luis Gerez, quien informó a los medios tras el juicio, Daniel está tranquilo y satisfecho con el desenlace: «Las cosas nos han ido bastante bien tanto aquí en España como en Tailandia». Además, destacó que la defensa en Tailandia fue eficaz y que confían en que la sentencia sea más favorable de lo esperado.
Precauciones y restricciones en Tailandia
En cuanto a la falta de imágenes durante la declaración de Daniel por videoconferencia, su abogado explicó que en Tailandia está prohibido hacer públicas las imágenes de los funcionarios y las instalaciones judiciales, bajo amenaza de sanciones penales. Por tanto, se tomaron precauciones para proteger la identidad de Daniel y evitar posibles repercusiones en su vida en la cárcel tailandesa.