Kiko Rivera tenía en estos momentos muchas razones por las que sonreír. En el mundo profesional las cosas no le van mal, su madre ya se encuentra fuera de la cárcel, acaba de ser padre y es muy feliz con su mujer. Sin embargo, había algo que se le había clavado en el corazón y le estaba produciendo un gran dolor. Una espinita que, por suerte, parece haberse quitado ya.
La cuestión del distanciamiento que había tenido Isa Pantoja con el resto de su familia le estaba doliendo mucho, y así lo hacía saber en la última entrevista que concedía. Dejaba claro que ella todavía no había ido a visitar a la pequeña Carlota desde que había nacido. Y esto a él le dolía muchísimo. De hecho, consideraba que estaba descuidado a su familia, y que eso le pasaría factura en un futuro. No obstante, ahora parece que el agua ha vuelto al río y que todo ha acabado. Al menos, de momento.
Isa Pantoja, por fin, ha acudido a ver a su sobrina. La pequeña Carlota ya ha podido reposar entre los brazos de su tía, ya que había acudido por fin a casa de su hermano Isa Pantoja. En dicho lugar, seguro, conversaron largo y tendido sobre todos los temas que les preocupan a los dos. Kiko Rivera, seguro, no quiso dejar pasar la oportunidad para pedirle explicaciones a su hermana, al igual que para reclamarle más atención. Y, conociendo a Isa, seguro que ella también quiso explicaciones de la entrevista de su hermano.
Fuera como fuere, lo cierto es que todo terminó bastante amistosamente parece ser. Esto es lo que podemos intuir de la fotografía que Kiko Rivera subía a las redes sociales, difundiendo así la noticia de la llegada de su hermana a su casa. Esperemos que no vuelvan a haber tantos malos rollos para que haya una relación cordial.
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