Íñigo Onieva cuenta los días para la inauguración de su proyecto más personal y ambicioso, ‘Casa Salesas’. Será este miércoles 8 de mayo cuando el restaurante, situado en el barrio de Las Salesas -uno de los más populares y exclusivos de la capital- abra sus puertas con la intención de convertirse en el nuevo ‘place to be’ de Madrid.
Una carta variada a precios razonables con platos tradicionales -como los huevos al estilo Lucio o la tortilla de patatas-, cócteles para todo los paladares más exigentes y música en el negocio que después de meses de trabajo y preparativos el marido de Tamara Falcó pone en marcha de la mano de socios tan populares como José Luis López ‘El Turronero’ o Iván Espinosa de los Monteros.
En plena cuenta atrás para la gran apertura -por el momento tienen todo reservado hasta el próximo 13 de mayo-, la marquesa de Griñón ha querido acercarse a ‘Casa Salesas’ para conocer al ‘nuevo bebé’ de Íñigo y probar los platos por los que aspiran al título de restaurante ‘revelación’ del año.
Después de varias horas en el interior, y luciendo una gran sonrisa que deja entrever que le ha encantado todo, la hija de Isabel Preysler abandonaba el local sin hacer declaraciones a la prensa, mientras el empresario continuaba trabajando a destajo hasta altas horas de la noche para que este miércoles esté todo perfecto.
Y a pesar de que su relación con la prensa no ha sido un camino de rosas y ha estado repleta de altibajos desde que comenzó su historia de amor con Tamara, Íñigo tenía un detallazo con los cámaras y reporteros que aguardaban a las puertas del restaurante para preguntarle cómo afronta este nuevo e ilusionante reto.
Consciente de que no era el único trabajando, el ingeniero tenía el gesto de invitarles a cenar, y no dudaba en preguntarles con una sonrisa si les había gustado todo: «Nada, espero que os haya gustado. Me alegro, me alegro que os gustara» comentaba al abandonar ‘Casa Salesas’, materializando con este bonito detalle su reconciliación con la prensa antes de uno de los días más importantes de su vida. «Estamos todos muy contentos» ha confesado.