Imparable en la que podría ser su última temporada en activo, y de nuevo sin la presencia de María Cerqueira en el tendido, Cayetano Rivera ha toreado este domingo en Móstoles junto a Alejandro Talavante y Gonzalo Caballero. En un gran estado de forma, el hijo de Paquirri cuajó una buena faena que se vio ensombrecida tras sufrir un impactante revolcón por parte del toro que dejó a los asistentes -entre los que se encontraban rostros conocidos como Mari Ángeles Grajal, Ramón Calderón, o Chiqui del Hoyo- sin palabras durante varios segundos.
Afortunadamente, y cumpliendo con el dicho de que los toreros «están hechos de otra pasta» tras ser arrollado por el astado, Cayetano podía finalizar su faena sin consecuencias, llevándose dos orejas y desatando el aplauso unánime de la plaza, que reabría sus puertas 18 años después.
Un revolcón que sin embargo sí ha tenido consecuencias, ya que con molestias en la muñeca, el ex de Eva González ha pasado por la enfermería y ha sido al salir a hombros por la puerta grande cuando hemos visto que llevaba la mano vendada.
Feliz por este nuevo éxito en los ruedos, Cayetano ha hecho oídos sordos a las preguntas de la prensa y ha evitado comentar cómo se encuentra, dejando en el aire si padece una lesión que podría afectar a sus próximos compromisos o si, por el contrario, el vendaje es simplemente por precaución y seguirá adelante con sus compromisos.
Sin pronunciarse sobre los problemas de salud que han obligado a Isabel Pantoja a cancelar su próximo concierto en Tenerife, el hijo de Paquirri se ha mostrado de lo más amable con sus seguidores derrochando sonrisas y firmando autógrafos desde el interior de su furgoneta a pesar de sus molestias en la mano. Será este lunes cuando acuda a la consulta de su traumatólogo de confianza para someterse a diferentes pruebas antes de continuar con la temporada.