Completamente ‘desaparecida’ desde la entrada en prisión de su sobrino Antonio Tejado por su presunta implicación en el violento atraco que sufrieron Inmaculada Casal y ella en su casa el pasado agosto, María del Monte está pasando por uno de los momentos más complicados de su vida.
Al durísimo golpe que ha significado que su sobrino -para ella como un hijo- esté en la cárcel como supuesto autor intelectual del robo, se une su decepción por la declaración del joven ante el juez, en la que defendió su inocencia de las acusaciones señalando directamente a su tía.
Insistiendo en que él no pertenece a ninguna organización y que nunca dio información sobre la vivienda de la artista, Tejado insinuó que la ‘culpa’ del asalto la tendría la propia María por alardear públicamente de lo que tenía. «Siempre le ha gustado presumir de lo que tenía y enseñar las cosas. Cambiaba constantemente de reloj en El Rocío» ha asegurado.
Unas declaraciones que han provocado en la cantante una mezcla de enfado y decepción. Y aunque no se haya manifestado públicamente, su entorno ha reconocido a ‘TardeAR’ que da por terminada su relación con su sobrino, del que no quiere saber absolutamente nada.
Una ruptura tras la que hemos podido ver a Inmaculada Casal abandonando en coche su domicilio de lo más sonriente mientras su mujer continúa manteniéndose alejada de los focos. Muy discreta, la periodista ha saludado a las cámaras sin revelar cómo se encuentra María y si es cierto que está decepcionada con Antonio y que ha decidido que su relación está completamente rota.
Una reacción esquiva pero significativa, ya que a pesar de su silencio, su rostro no es ni de tristeza ni de preocupación, lo que deja entrever que poco a poco están consiguiendo pasar página y que la posible salida de Tejado de la cárcel en libertad provisional no les ha afectado tanto como se ha dicho.