Con las pilas cargadas y energías renovadas después de la semana de vacaciones de la que disfrutó recientemente, la Reina Camilla ha retomado sus compromisos oficiales con más fuerza que nunca. Este jueves se ha desplazado hasta Belfast, y sonriente y cercana con el pueblo ha revelado cómo se encuentra el Rey Carlos III y cómo lleva la lucha contra el cáncer que le fue diagnosticado en enero tras someterse a una operación por el agrandamiento de la próstata.
Después de que a principios de semana diferentes medios rusos especulasen con una posible muerte del monarca británico, el hijo de la Reina Isabel II ha protagonizado dos apariciones en los últimos tres días. Mientras su mujer viajaba a la capital de Irlanda del Norte, Carlos III ha recibido en el Palacio de Buckingham al Alto Comisionado de la República de Singapur. Y lo cierto es que aunque más delgado, tiene muy buen aspecto.
Y como ha confirmado su esposa durante su recorrido por varias tiendas típicas de Belfast, en el que ha charlado amigablemente con varios dependientes y vecinos, el Rey «está muy bien» pese a las circunstancias y «decepcionado» por no haber podido viajar con ella a Irlanda.
Camilla ha reaccionado con una gran sonrisa al comentario de que los hombres no son los mejores pacientes y, como ha revelado con espontaneidad, ella «intenta mantener en orden» a Carlos. Una visita en la que el que el nuevo bastión de la monarquía británica -su popularidad ha crecido como la espuma a raíz de la enfermedad de su marido y de la intervención abdominal de Kate Middleton- ha recibido diferentes obsequios para el monarca, como verduras, pepinillos, carne o salchichas: «Se lo llevaré a mi marido. Él lo disfrutará al máximo», ha agradecido.