El último capricho de la princesa Leonor sienta mal en Zarzuela

Princesa Leonor

El primer coche de la princesa Leonor

La noticia de que la princesa Leonor está siguiendo el procedimiento para obtener su permiso de conducir ha generado gran interés, sobre todo porque la gente se pregunta cuál será su primer vehículo. La princesa está interesada en el mundo del automovilismo, motivada por los pasos de su padre, el rey Felipe, y por una tradición arraigada en la familia real española.

El primer coche del rey Felipe fue un Seat Ibiza, un modelo que fue pintado en dorado y modificado para sus medidas. Pero su hija Leonor no está ensusiasmada con un coche así, prefiere algo más sofisticado. Parece que anhela un vehículo moderno con más clase, quizás, algo más parecido al Cupra Formentor Hybrid que conduce Felipe, con un motor potente y un estilo único.

Opciones de la princesa Leonor: Lujo y Eficiencia

El Cupra Formentor Hybrid que conduce en la actualidad el rey Felipe, tiene un motor de 245 CV de potencia y una batería de iones de litio de 12,8 kWh, y parece la opción adecuada para la princesa Leonor. Se trata de un vehículo capaz de recorrer 60 km en modo eléctrico, que detenta modernidad, tecnología y conciencia medioambiental.

La princesa no descarta la opción de un Lexus RX de tercera generación, como el que conduce su madre, la reina Letizia. Un SUV híbrido autorrecargable, cuyo motor de 313 CV de potencia, ofrece un combo de lujo, espacio y eficiencia, y que es sin duda un coche que le quedaría perfecto a la futura reina.

La princesa contra los protocolos

La princesa Leonor pertenece a otra generación y así lo ha ido demostrando desde pequeña, tomando decisiones que podrían ir en contra de las tradiciones familiares. En el caso de su primer vehículo también parece que contravendrá la herencia. Pese al revuelo que ha levantado en la Zarzuela, el rey Felipe está orgulloso de la hija que tiene.

La princesa no conducirá un coche regalado por el rey emérito Juan Carlos I, tradición familiar que se pone en marcha al cumplir los 18 años, rompiendo con el protocolo y generando un gran revuelo entre el público. La Casa Real, por esta razón, ha rechazado el regalo del rey evitando así las especulaciones que podrían surgir acerca de su procedencia.