Llevamos tantos aumentos consecutivos de los precios en la lista de la compra que ya no son noticia, así que en los últimos meses nos hemos convertido en especialistas a la hora de buscar los precios más bajos una y otra vez. Lo que está claro es que no podemos vivir a base de arroz, así que se hace necesario optar por estrategias inteligentes que nos permitan seguir manteniendo nuestro estilo de vida sin gastar de más.
La buena noticia es que, en buena medida, el ahorro pasa por comer más sano, así que tenemos una misma solución para dos problemas. ¡Pero no es la única! Vamos a mostrarte cómo puedes aprovechar para tener una dieta sana y ahorrar en la cesta de la compra en 2024, comenzando por elegir los mejores supermercados, y pasando por algunos ajustes en tus hábitos de compra que sin duda te beneficiarán.
Elige los supermercados adecuados para cada cosa
Por supuesto, no es necesario que visites doce supermercados para comprar doce productos distintos, pero siempre es importante buscar los supermercados idóneos para tus compras más habituales. Algo bueno que tienen los supermercados son sus múltiples ofertas, así que puedes incluso revisar los precios en sus folletos antes de visitarlos en persona, y organizarte de manera que puedas hacer tu compra de manera óptima.
Por ejemplo puedes ver las ofertas del supermercado Lidl aquí, y planificarte para comprar una pechuga de pollo entera a 3,39 €, un kilo de naranjas por 1,99 €, o una bolsa de caprichos a la romana por 1,49 €. Cada supermercado tendrá ofertas destacadas en determinados productos que consiguen a mejores precios, así que todo es cuestión de distribuir tu compra de forma inteligente entre los dos o tres supermercados más cercanos.
Comienza comprando las verduras
La base de tu alimentación debería estar compuesta por verduras, cereales y legumbres, así que comienza por esto a la hora de hacer tu lista de la compra. Tras comprar todas las verduras necesarias, y cuando ya hayas hecho un buen acopio de arroz y legumbres, pasa a comprar las carnes y pescados. De este modo gastarás menos y, además, te asegurarás de comer una cantidad de verduras mucho mayor cada día.
Las verduras no duran demasiado en la nevera o en la despensa, así que es bueno que las compres regularmente. Aquí es importante no solo comparar los precios de los supermercados, sino también los de los mercados tradicionales o las verdulerías de proximidad. Cuando dediques un par de meses a comprar verduras de forma habitual, descubrirás cuáles son los mejores precios en cada caso.
Aprovecha las ofertas en carnes y pescados
Después de comprar los alimentos básicos, es mucho más fácil tener claro cuánto presupuesto tenemos para comprar carnes y pescados. Aquí es muy rentable aprovechar las ofertas, porque los supermercados y los mercados necesitan vender las carnes y pescados frescos, así que a veces puede haber abundancia de ciertos productos, sobre todo en los mercados tradicionales. ¡Ve a la caza de esas ofertas, y ahorrarás mucho por cada kilo!
Además, siempre tienes la opción de congelar parte de la carne o el pescado que hayas encontrado de oferta. Así puedes cocinarlos frescos durante unos días, y te quedará todavía una buena cantidad de comida para otro momento del mes en el que no haya ofertas igual de competitivas. ¡Pero no te preocupes! Siempre hay nuevas ofertas en circulación, así que seguro que aparecerá algo más adelante.
Cambia los aperitivos precocinados por otros más saludables
Está claro que es delicioso comprar una bolsa de patatas fritas o comerse unos nachos al ver un partido de fútbol o una buena película, pero pocas cosas son menos saludables y más caras que esa. Si quieres ahorrar y comer sano, evita comprar los snacks envasados de los supermercados –patatas fritas, galletas, chocolatinas–, y prepara los tuyos propios con alimentos más saludables.
¡Hay muchísimas recetas que puedes seguir! Una de las opciones más simples son los palitos de zanahoria con tofu o con guacamole casero. El resultado es delicioso, es muy fácil de comer, y, además, podrás prepararlo en apenas un par de minutos. ¡Y este es solo un ejemplo! Prueba también las crackers con queso, los cortes de melón con jamón, o, simplemente, las olivas rellenas. ¡Hay muchísimas opciones para elegir!
Cambia las comidas fuera por cenas caseras
Finalmente, recuerda que las comidas fuera son mucho más caras que las que preparamos en casa, ¡sobre todo si pretendemos cenar en familia! Para llegar más holgadamente a fin de mes, es mucho mejor preparar la comida en casa y ahorrar ese dinero que de otro modo iría a parar al restaurante. El único aspecto negativo es que los restaurantes son una experiencia que nos saca de la rutina, ¡pero incluso para esto hay soluciones!
Siempre puedes optar por hacer cenas temáticas para romper la monotonía. Y, además, también puedes intercambiar cenas caseras con tus amigos. Un día en tu casa, otro día en la suya… Esta es una gran manera de hacer que una noche sea especial, y, además, reforzarás los lazos de amistad con la gente que más te quiere.