Alejada de los focos desde la publicación de sus imágenes junto a Federico de Dinamarca a principios de noviembre, Genoveva Casanova ha regresado a la vida pública. Tras más de cuatro meses ‘desaparecida’, la mexicana recupera poco a poco la normalidad y, tras comenzar las grabaciones de ‘El Desafío’ y llevarse durísimas críticas por ocultarse bajo una manta y en el maletero de un coche, ha decidido dar la cara.
Dejando claro que no tiene motivos para esconderse -a pesar de que incluso se ha cambiado de casa para huir de la prensa- y que el escándalo que supuso la salida a la luz de su amistad con el ahora Rey danés está superado, este domingo se reencontraba con unas amigas con las que acudía a comer a uno de los restaurantes más exclusivos de Madrid. Y no dudaba en compartir en redes sociales su ubicación para lanza un mensaje: Está de vuelta y no piensa volver a ocultarse.
Mientras tanto, Federico de Dinamarca continúa con sus obligaciones ‘reales’ y, tras su coronación el pasado 14 de enero después de la inesperada abdicación de su madre la Reina Margarita -hay quien asegura que provocada por las instantáneas de su hijo con Genoveva- ha protagonizado su primer acto oficial junto a Mary Donaldson.
Coincidiendo con la reaparición por todo lo alto de la mexicana, los flamantes Reyes daneses han presidido su primera cena de gala desde que ascendieron al trono. Un homenaje a las Fuerzas Armadas, la Fuerza Aérea y la Agencia Nacional de Manejo de Emergencias que se ha celebrado este lunes en el Palacio de Federico VIII en Amalienborg y al que también ha asistido la Reina Margarita, en una de sus primeras apariciones públicas tras su ‘jubilación’.
Y al margen de la complicidad que han demostrado con sus gestos y miradas una vez más los soberanos daneses -dejando claro que el ‘episodio’ Genoveva está completamente olvidado– ha llamado la atención el look que ha elegido Mary para la ocasión.
Atenta a todos los detalles, la australiana ha querido tener un guiño con las Fuerzas Armadas y no ha dudado en enfundarse el uniforme de gala femenino, que lució por primera vez en el año 2019 y que desde entonces le hemos visto en varias ocasiones. Es de las pocas monarcas europeas que puede llevar este traje, ya que a pesar de no ser obligatorio para ella, decidió completar el entrenamiento militar entre 2008 y 2009, ganándose un honor del que sin embargo no pueden presumir otras ‘royals’ como la Reina Letizia o Máxima de los Países Bajos.
Un elegante uniforme compuesto por un vestido largo negro con cuello a la caja y una chaqueta al tono con cierre de botonadura dorada, confeccionada en raso de lana negra con hojas de roble bordadas en oro y un discreto motivo floral, que ha completado con sus galones y medallas, además de la estrella de la Orden del Elefante enmarcada en la casaca.