María Pombo, junto a sus hermanas son las protagonistas de la nueva temporada del documental que aborda la vida de esta peculiar familia de influencers.
En el programa El Hormiguero Lucía confesó que se sentía más nerviosa antes de acudir al programa que pilotando un avión: «Ayer me llamaron a las 4 de la mañana para hacer cuatro vuelos antes de venir aquí. Puedo decir que me pone más nerviosa venir aquí que volar».
La docuserie promete momentos de lo más divertidos, como la anécdota que contó Lucía sobre su primer vuelo sola: «Acabé en la base aérea de Getafe, me alejé tanto que dejé de oír a la torre de control. No sé qué pasó ni cómo lo hice».
En cuanto a la naturalidad ante las cámaras, Marta lo tiene claro: «A mí me gustan las cámaras, me siento bien con el vídeo, una foto te cambia la expresión pero el video eres tú mismo, si puedo ser natural».
1El nuevo culo de María Pombo
Y hablando de naturalidad, no podía faltar la mención al padre de las Pombo, conocido por sus flatulencias: «Estamos muy acostumbradas a que mi padre se tire pedos continuamente en casa, de hecho mi padre hace un juego en el que le tiras de un dedo y se tira un pedo, a veces se pone como una cucaracha y usa laca para potenciar sus pedos», contó Marta entre risas.
La segunda temporada de la docuserie promete ser aún más divertida y reveladora que la primera. María Pombo, la más extrovertida de las hermanas, adelantó que habrá bodas, confesiones sorprendentes y hasta un culo postizo adaptable. «Es como una faja», explicó María Pombo. «Es que no tengo culo y me lo pongo como unas extensiones».
Las tres hermanas aseguraron que, a pesar de tener una cámara detrás todo el rato, se esfuerzan por ser naturales. «A mí me gustan las cámaras, me siento bien con el vídeo», dijo Marta. «Una foto te cambia la expresión, pero el vídeo eres tú mismo. Si puedo ser natural, lo seré».
El padre de las Pombo también tiene un papel destacado en la docuserie. Marta contó que su padre se tira pedos continuamente en casa e incluso ha creado un juego en el que le tiras de un dedo y se tira un pedo. «A veces se pone como una cucaracha y usa laca para potenciar sus pedos», añadió Marta.
Las hermanas Pombo no tuvieron una experiencia escolar precisamente tranquila. «Nos han invitado a irnos de diferentes colegios a las tres«, reconoció María Pombo. «Yo intentaba ser buena estudiante, pero era un desastre. Me echaron del colegio por insultar en una notita a una profesora».
Lucía, por su parte, odia las matemáticas. «Un día en un examen, para el que no había estudiado nada, eché un spray lacrimógeno en la clase y no pudo entrar nadie en horas», contó.
Las aventuras de María Pombo no se limitan a España. La influencer también fue expulsada de Canadá. «Hice sesenta días de trabajos sociales en Canadá porque me querían echar del país», explicó María. «Me fui a estudiar ahí un año y un día robé una caja de sushi de un supermercado. Me pillaron y me dijeron que hiciera las maletas y me volviera a España. Empecé a llorar mucho y a pedir que me llevaran a una iglesia a pedirle perdón a Dios. Les ablandé y me dieron una oportunidad de quedarme a cambio de servicios sociales. No he vuelto a robar jamás».
Las hermanas Pombo son un fenómeno social. Con millones de seguidores en las redes sociales, han convertido su vida en un negocio rentable. Su docuserie ‘Pombo’ es una ventana a su mundo, un mundo lleno de glamour, risas y también algunas locuras.