Noche intensa la de este lunes en ‘Bake Off: famosos al horno’, que por primera vez no ha tenido expulsado. Y es que el nivel de las celebrities que quedan en el concurso, Ana Boyer, Rocío Carrasco, Blas Cantó, Pablo Puyol, Alba Carrillo y Patxi Salinas, es tal que el jurado ha decidido premiar su esfuerzo y su talento con una decisión inédita: Que todos continúen una semana más luchando por hacerse con el premio final.
Una de las grandes favoritas -como reconocen hasta sus propios compañeros, que no han dudado en dar su nombre si tuviesen que eliminar a alguien porque es uno de los rivales más fuertes- es la hija de Isabel Preysler, que se está destapando como una repostera perfeccionista, trabajadora y con un don innato para las tartas y los dulces.
Ana, que es uno de los miembros más discretos del clan -sus hermanos Tamara Falcó o Julio José Iglesias Jr. tienen mucha más experiencia en televisión que ella- cada vez se encuentra más cómoda en ‘Bake Off’ y, a pesar de que no destaca por ser la más habladora del concurso, siempre desvela algún detalle relacionado con su famosísima familia.
¿El último? El mote con el que la marquesa de Griñón se dirigía a ella cuando eran tan solo unas niñas. Después de que Alba Carrillo -capitana de su equipo esta semana- reconociese que le gusta que la llamen «mi capitana» para que no haya dudas de quien manda en la cocina, Ana se ha acordado del nombre que le puso Tamara cuando eran pequeñas: «Mi hermana mayor me llamaba recluta y yo tenía que responderle ‘sí, señor'», ha revelado la benjamina de Isabel Preysler entre risas, asegurando que «me lo hacía durante mucho tiempo». Una divertida anécdota con la que la socialité ha vuelto a presumir de la maravillosa relación que mantiene con la mujer de Íñigo Onieva.