Ernesto de Hannover, el controvertido aristócrata y esposo de la princesa Carolina de Mónaco, celebra su 70 cumpleaños. Setenta años de vida marcados por sus escándalos legales y su matrimonio con la miembro de la realeza monegasca, con quien aún está legalmente casado, lo que le otorga una especie de ‘doble vida’ ante la mirada crítica de la sociedad.
Conocido también como Ernesto Augusto V de Hannover, contrajo matrimonio con Carolina el 23 de enero de 1999. La ceremonia, realizada en el Salón de los Espejos del Palacio Grimaldi y presidida por Patrice Davost, presidente del consejo de Estado, coincidió con el cumpleaños número 42 de la princesa. Sin embargo, los múltiples escándalos y relaciones extramatrimoniales protagonizadas por Ernesto provocaron la separación de la pareja en 2008.
Ernesto de Hannover tiene vínculos con la Casa Real española ya que es primo hermano del Rey Constantino II de Grecia y de la Reina doña Sofía.
Aunque Carolina y Ernesto se separaron oficialmente en el verano de 2009, aún no han formalizado su divorcio. Se rumorea que esto se debe a un acuerdo entre Carolina y los hijos de Ernesto, con quienes mantiene una relación estrecha, con el fin de salvaguardar el patrimonio familiar y evitar que Ernesto contraiga matrimonio nuevamente y tenga descendencia.
Es importante mencionar que Ernesto de Hannover tiene una relación muy tensa, casi inexistente, con su hijo mayor, Ernst August de Hannover, fruto de su primer matrimonio con Chantal Hochuli. Esta tensión se ha manifestado en disputas legales por propiedades familiares, como el castillo de Marienburg, que Ernesto demandó a su hijo en 2021 sin éxito.
Actualmente, Ernesto mantiene una relación sentimental con la artista Claudia Stilianopoulos, hija de Pitita Ridruejo. La pareja reside en una casa en Puerta de Hierro, Madrid, junto al hijo menor de Ernesto, Christian, quien está casado con la Princesa Alessandra de Osma. A diferencia de su relación con Ernst August, Ernesto sí tiene una buena relación con Christian, como lo demuestran sus frecuentes encuentros en la capital española.
Su salud siempre ha sido delicada debido a sus supuestos problemas con el alcohol. En abril de 2005 fue ingresado en un hospital por una pancreatitis aguda. Al día siguiente cayó en un profundo estado de coma, dos días antes de la muerte de su suegro el príncipe Rainiero III de Mónaco. El 8 de abril, trabajadores del hospital afirmaron que ya no estaba en coma, pero se le mantuvo en cuidados intensivos.
En julio de 2011 contrajo una infección abdominal, teniendo que ser ingresado en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario de Ibiza. En abril de 2016 tuvo que ser hospitalizado para someterse a una cirugía vascular de urgencia. Fue trasladado en helicóptero hasta la clínica Feldkirch, Austria, para ser intervenido urgentemente en el Departamento de Cirugía Vascular del doctor Wolfgang J. Hofmann, especialista en el tratamiento de venas estrechas u obstruidas.9
En mayo de 2018 se dio a conocer el ingreso hospitalario de Ernesto de Hannover en una clínica de Austria a causa de una grave inflamación del páncreas y varias hemorragias internas.10
1Ernesto de Hannover y su hijo
Es relevante destacar que Christian acaba de convertirse en padre por tercera vez, lo que convierte a Ernesto en abuelo por sexta vez. Sin embargo, pronto su otro hijo también volverá a ser padre, sumando así siete nietos en total para Ernesto de Hannover.
Las polémicas siempre han rodeado al aristócrata, fue fotografiado orinando en el Pabellón de Turquía en la Expo 2000, lo que provocó un incidente diplomático y una denuncia de la embajada turca acusándolo de insultar al pueblo de Turquía. Demandó con éxito a una revista, obteniendo 9.900 euros, por publicar una imagen de él orinando en el exterior de un hospital de Austria.
En 2004, Ernesto de Hannover fue declarado culpable de asalto y de causar lesiones graves tras golpear supuestamente a un hombre con un puño de acero. Se ha exigido un nuevo juicio sobre el caso por aportación de pruebas falsas. Sus abogados han declarado que Ernesto nunca ha sido propietario de un puño de acero y que nunca ha tenido uno en sus manos.