Cita marcada en rojo en el calendario de los Reyes Felipe y Letizia, que tras desplazarse en la tarde de ayer a Valencia para visitar la zona cero del incendio de Campanar y arropar a los afectados y las familias de las víctimas en estos durísimos momentos, este martes han viajado a Londres para asistir al servicio de Acción de Gracias que la Familia Real Británica, encabezada por la Reina Camilla -por el tratamiento contra el cáncer al que se está sometiendo el Rey Carlos III- ha ofrecido en memoria del Rey Constantino de Grecia en la capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor un año después de su fallecimiento.
Un homenaje muy especial que ha supuesto el reencuentro público de los Reyes con el Rey Juan Carlos -que ha viajado expresamente a Londres para estar presente en este acto en memoria del hermano de la Reina Sofía- y en el que sus Majestades han coincidido además con la Emérita, las infantas Elena y Cristina, la Familia Real griega al completo, la Reina Noor de Jordania o Sarah Ferguson entre otros ‘royals’ europeos.
A pesar de que el acto destacaba por su solemnidad, la Reina Letizia ha vuelto a acaparar todas las miradas por su elegancia. Muy british, como cada vez que viaja a Reino Unido, la monarca ha destacado con un look sublime en el que ha combinado azul marino y negro, dejando claro que son dos colores que pueden convivir en perfecta armonía. ¡Y qué mejor ejemplo!
Impecable, la madre de la Princesa Leonor ha lucido un vestido en azul marino con cuello a la caja, salones de tacón sensato y cartera de mano al tono, completando su estilismo con la capa negra con cuello de pelo de Carolina Herrera que estrenó en 2016 y que le hemos visto en incontables ocasiones por lo estilosa y versátil que es, lo que la convierte en el abrigo perfecto para cualquier ocasión.
Un look ideal compuesto por prendas recicladas en el que ha prescindido de tocado, casquete o pamela, dejando todo el protagonismo a sus fantásticos pendientes largos de diamantes con perlas australianas, a la vista con su media melena suelta y ligeramente ondulada. Un estilismo de diez que nos ha gustado especialmente, aunque si algo nos gustaría destacar de la Reina es lo sonriente y relajada que se ha mostrado con el Rey Felipe y con el resto de asistentes, compartiendo confidencias con su marido a su llegada al servicio religiosa, y con Don Juan Carlos durante el oficio religioso en el interior de la Capilla de San Jorge.