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sábado, 23 noviembre 2024

Ana Rosa no aguanta más: «Nunca he vivido tantas presiones»

En una noche cargada de emoción y reconocimiento, Ana Rosa Quintana, la reconocida presentadora de 68 años, se destacó como una de las figuras principales en la IV edición de los Premios Fundación Zaballos. Este prestigioso evento tiene como objetivo principal honrar a individuos e instituciones que defienden y promueven los derechos y libertades consagrados en la Constitución.

 

El escenario para esta memorable velada fue el Hotel InterContinental de Madrid, ubicado en el emblemático Paseo de la Castellana. Ana Rosa no asistió sola, sino en compañía de su esposo, Juan Muñoz Támara, quien ha sido un pilar fundamental en su vida personal y profesional.

Ana Rosa Quintana

El momento cumbre de la noche se produjo cuando Ana Rosa subió al escenario para recibir el tercer premio de honor del jurado. La Fundación Zaballos explicó que este reconocimiento se le otorgó por su compromiso con la información, su destacada profesionalidad y su habilidad para abordar temas de relevancia. En su discurso de aceptación, Quintana enfatizó la importancia de la libertad en el ejercicio del periodismo y su compromiso con la veracidad y la objetividad en la transmisión de la información. Posteriormente, compartió sus reflexiones con los medios de comunicación presentes en el evento.

 

Al recibir el galardón, Ana Rosa expresó su honor por el reconocimiento, destacando la relevancia de una fundación dedicada a los Derechos Civiles. Sin embargo, también compartió las dificultades que enfrenta el periodismo político en la actualidad, subrayando la importancia de luchar por la libertad de expresión y el deber de los periodistas de realizar su trabajo con honestidad y objetividad, sin servir como portavoces de ningún gobierno.

Ana Rosa Quintana
Ana Rosa Quintana agradece el gran apoyo. | Europa Press.

«Es duro. Yo nunca he vivido tantas presiones como la temporada pasada cuando estaba en el programa de la mañana», ha asegurado Ana Rosa Quintana.

 

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Ana Rosa y la libertad de expresión

Ana Rosa Quintana
Ana Rosa Quintana llegando a la zabombá de Pepa Muñoz. | Gtres.

«Nosotros tenemos la obligación de luchar por la libertad de expresión. Nosotros tenemos que encargarnos de hacer bien nuestro trabajo y hacerlo con honradez«, añadió. Además, quiso insistir en que «no tenemos que ser voceros de ningún Gobierno», sino trabajar desde «la objetividad y la libertad».

«Yo nunca lo había visto (…) La libertad de expresión es importante y que la Constitución hay que cumplirla y no tergiversala», zanjó Ana Rosa.

Quintana aprovechó la oportunidad para abordar también el tema del reciente incendio en Valencia, del cual brindó cobertura en su programa vespertino en Telecinco, TardeAR. Recordó los momentos de angustia y emoción vividos durante la transmisión en vivo, especialmente cuando se temía por la vida de personas atrapadas por las llamas. Conmovida, compartió la emoción de presenciar el heroísmo de los bomberos al salvar a los afectados, calificándolo como uno de los momentos más impactantes de su carrera profesional.

 

En su intervención, Ana Rosa Quintana reafirmó la importancia de la libertad de expresión y la necesidad de respetar y cumplir con los principios establecidos en la Constitución, destacando así su compromiso con el periodismo responsable y ético en tiempos desafiantes.

vicente valles y angeles blanco periodistas preocupados

Son tiempos complicados para todos los medios que defienden una línea editorial diferente a la del Gobierno. Es el caso de Vicente Vallés que desde su espacio de Antena 3 Noticias pone en evidencia muchas de las decisiones de Pedro Sánchez en relación, por ejemplo, con los indultos a los políticos catalanes que impulsaron el referéndum ilegal del 1O.

Otro caso es el de Carlos Alsina, periodista de Onda Cero que tuvo muy complicado entrevistar a Pedro Sánchez o a Yolanda Díaz a la que no podrá entrevistar nunca como ha denunciado el propio periodista en el programa Salvados de Jordi Évole. Son casos donde se puede apreciar la asfixia del Gobierno a los medios que no comulgan con sus ideales políticos.