Alejandra Rubio es una de las protagonistas absolutas del momento desde que salió a la luz su romance con Carlo Constanzia. Poco más de una semana en la que la pareja se ha ido afianzando a pasos agigantados y en la que el entorno más cercano a la nieta de María Teresa Campos ha ido reaccionando a su sorprendente historia de amor con el hijo de Mar Flores.
Su madre, Terelu Campos, se ha pronunciado en el programa en el que colabora, ‘Mañaneros’, y ha asegurado que no piensa meterse en la vida de su hija, aunque sí ha reconocido que no lo está pasando bien por la presión mediática que está sufriendo la joven, a la que ni siquiera ella se ha acostumbrado después de 40 años de profesión.
Su tía, Carmen Borrego, ha dejado claro que ella no es quien de juzgar lo que haga o no su sobrina, aunque ha quitado hierro a su noviazgo con Carlo afirmando que llevan dos días y todavía no se puede decir ni que son novios ni etiquetar dicha relación.
Y ahora es Marta López Álamo, íntima amiga de Alejandra, la que se desmarca de su mediático idilio con el hijo de Mar Flores siguiendo la misma línea que las hermanas Campos: «No sigo redes, no sigo la tele y no tengo ni idea. Y además ella es muy suya con el tema de las parejas, entonces yo no voy a poner etiquetas porque es algo que ella no la pone. No sé cómo está, no sé cómo deja de estar, de verdad. Es que no veo la tele» ha asegurado rotunda.
Una reacción un tanto esquiva aunque afirma que su amistad con Alejandra sigue igual que siempre, y que se ha convertido en una visible incomodidad cuando la mujer de Kiko Matamoros ha evitado decir si Carlo le parece guapo. «Que no voy a comentar nada de eso, de verdad. Es que, no sé. No voy a comentar nada de si es guapo, feo o regular» ha zanjado, confesando que aunque le desea lo mejor a la pareja -«le deseo lo mejor a todo el mundo» ha dicho- no piensa pronunciarse sobre ellos.
Un nuevo romance el de Alejandra que nada tiene que ver con su matrimonio con el popular colaborador de ‘Sálvame’, con el que Marta vive en una permanente luna de miel. Como nos cuenta, Kiko -alejado de los focos desde que se acabó el emblemático programa de Mediaset- está «muy bien» y encantado con este «descanso que también le venía bien». «No echa de menos la tele. Un programa diario ya era mucho tute en los últimos tiempos y era como muy monótono todo y por suerte ahora estamos haciendo muchas de las cosas que no podíamos hacer antes» desvela.